¿Quiénes somos?

Somos servidores, discípulos o testigos de Jesucristo. Discípulos, por cuanto Él es nuestro Maestro y permanecemos en su Palabra, Jesús dijo:
Si vosotros permaneciereis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libre (Jn. 8:31, 32).
Testigos de Jesucristo, por cuanto vamos testificando de Él por todo el mundo, Jesús dijo:
… y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8).
Naturalmente tanto discípulos como testigos de Jesucristo, no se debe interpretar nunca como denominación, secta o religión,
… porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:11, 12).
Nosotros nunca nos inscribiremos ni perteneceremos a organizaciones, asociaciones o denominaciones ya sean religiosas o no, la Iglesia de Cristo solamente se debe a Él y nada más que a Él, Jesús dijo:
Dad, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios (Mat. 22:21).
No tenemos a otro maestro más que a Jesús, Él dijo:
Pero vosotros no queráis que os llamen maestro; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos... Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo (Mateo 23:8 y 10).
Entre nosotros somos todos iguales sin ningún tipo de jerarquía, hermanos, y nos llamamos por nuestro nombre como Jesús hacía cuando se dirigía a los demás llamándole Pedro, Juan, Felipe, etc., Él dijo:
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis (Juan 13:15).
Nuestra formación ha de ser directamente por el Maestro y esto por medio de su Santa Palabra, Jesús dijo:
Escrito está en los profetas: y seréis todos enseñados por Dios (Jn. 6:45).
Pero la unción que vosotros recibisteis de Él permanece sobre vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe (1 Juan 2:27).
Nos edificamos y enseñamos directamente por lo que recibimos de los apóstoles y de Cristo, por medio de su Palabra.
Edificaos sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo (Efesios 2:20).
Por ello, nuestra enseñanza, es la enseñanza del principio. Sin adulteración, tradiciones, ni mandamientos de hombres.
Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Y esta es la promesa que Él nos hizo, la vida eterna (1 Juan 2:24-25).
Estimados visitantes de este blog:
Creemos que esta pequeña introducción que hacemos, no debe ser suficiente como para predeterminar la veracidad de lo escrito, sino que su deber delante de Dios sería el de examinarlo todo, como se nos enseña en 1 Tesalonicenses 5:21 y retengamos lo bueno, que es lo que procede de Dios y esto a la luz de las Sagradas Escrituras. Por ejemplo en el escrito de la “Iglesia verdadera es posible”, hallará alguna información más de quienes somos y en lo que creemos de acuerdo a nuestro Maestro y Señor Jesucristo. No encontrará otro blog donde se trate de una manera tan profunda tantas doctrinas bíblicas, y avaladas no por comentarios de hombres, sino por la misma Palabra Divina. Además, usted podrá participar con toda libertad, opinar y preguntar sin censura cuanto quiera, siendo correspondido gratuitamente, y con nuestro único fin de que conozca la Verdad (Cristo).
Estamos siempre preparados para presentar defensa de nuestra fe a cualquier persona y en cualquier momento. De ahí que a diferencia de las denominaciones o sectas religiosas, nosotros recibimos a todo el mundo para compartir el verdadero evangelio de Jesucristo, no cerramos las puertas a nadie, sino que siempre que una persona quiera conocer la Verdad, nosotros acudimos a ella de una manera gratuita estableciéndose así una hermandad por la fe en Jesucristo, que en definitiva es de lo que está compuesta la verdadera Iglesia de Cristo y universal. Como hemos dicho, nuestro único interés es que el hombre sea bautizado en el conocimiento del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, para su salvación y gloria de Dios, Jesús dijo:
El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. Juan 7:17