Moisés – Jesucristo o Mahoma. La Torá – La Biblia o El Corán. Judaísmo – Cristianismo o Islamismo.



Con este pequeño estudio, deseamos dejar de una manera clara y contundente, la diferencia substancial de estos tres personajes, que sin duda alguna, representan las tres religiones más importantes de la historia humana, como son: El judaísmo, el islamismo y el cristianismo. Para ello, nos será necesariamente hacer  unas comparaciones entre ellas, para así poder resolver algunas preguntas o dudas que podamos tener.

Subrayar, que no queremos en ningún momento, ofender a nadie de los que profesan una de estas religiones, sino como hemos dicho, ayudar a conocer la verdad, y esto ateniéndonos estrictamente a los escritos y hechos históricos.

A lo largo de la historia, hemos podido comprobar como las religiones en general, son culpables de los más grandes conflictos entre los hombres. Crueles guerras, discriminaciones, violaciones, asesinatos, torturas,  y en estos últimos tiempos sobre todo con el terrorismo yihadista o islámico . Lo peor de todo esto, es, que los que tales barbaries cometen, dicen hacerlo en el nombre de Dios o Al-láh. Nosotros, con la ayuda de Dios o Al-láh, y por medio de su Santa Palabra, queremos demostrar, donde radica el problema de toda esta confusión e injusticia, que nos acarrean las religiones. Es conocido que dichas religiones no profesan la misma fe y por ello están divididas y enfrentadas entre sí. Pero sin en cambio, esto no debería ser así, ya que proceden del mismo linaje, tanto en la sangre como en la fe, esto es, de Abrahán y por consiguiente tienen el mismo y único Dios y la misma ley, como seguidamente vamos a poder comprobar con sus escritos. Repetimos, que nadie debería ofenderse por lo aquí exponemos, ya que como vamos a poder ver y comprobar, es fiel a sus declaraciones de fe. Es más, invitamos a que si alguna persona puede demostrar con los escritos históricos, de los que hacemos uso en este documento, algún error, se ponga por favor en contacto con nosotros para corregirlo, y de esta manera le estaríamos agradecido de todo corazón por su colaboración.

El judaísmo, tiene como Libro Sagrado el Tanaj (la Ley y los Profetas). En dicho libro se revela a un único y verdadero Dios, quien dio al pueblo de Israel la Ley por medio de Moisés en el monte Sinaí, y también, la dirección continua de Dios para con su pueblo a través de los profetas. La  ley está recogida en cinco libros llamado la Torá (Pentateuco).

El islamismo o islam (resignados a Dios), tiene como Libro Sagrado el Corán. En este libro se narra lo que Al-láh (Dios) reveló al profeta Mahoma. Aquí podemos encontrar con toda claridad que según Mahoma y el Corán, efectivamente Dios envió el Libro, la Ley o el Pentateuco, en el monte Sinaí. He aquí algunas suras que lo confirma.

Sura II:52, “Dimos a Moisés el libro y la distinción, a fin de que seáis dirigidos por la senda recta.”

Sura II:92, “Cuando hubimos aceptado vuestra alianza y elevado por encima de vuestras cabezas el monte Sinaí, hicimos oír estas palabras: Recibid nuestras leyes con firme resolución de observarlas.”

Sura II:176, “Piadoso es el que cree en Dios y en el día final, en los ángeles y en el libro, en los profetas.”

Sura III:2, “Te ha enviado en toda verdad el Libro que confirma lo que le ha procedido; ha hecho descender de lo alto el Pentateuco.”

Sura VI:92, “Quien ha revelado, pues, el Libro que Moisés llevó para hacer de él la luz y la guía de los hombres; este libro (el Pentateuco).”

Sura  VI:155, “Hemos dado el Libro a Moisés, libro completo, para aquel que hace el bien.”

Sura XVII:2, “Dimos a Moisés el Libro de la ley, y lo convertimos en guía de los hijos de Israel.”

Sura XLV:15, “Hemos dado a los hijos de Israel el Libro (Pentateuco), la sabiduría y los profetas.”

Sura XXXVII:117, “Les hemos dado a ambos (a Moisés y a Aarón) el Libro claro.”

Sura XL:53, “Dimos a Moisés la dirección (nuestra revelación por guía) y pusimos a los hijos de Israel en posesión del Libro. Era para hacerlo servir de dirección y de advertencia a los hombres dotados de sentido.”

El cristianismo,  tiene como Libro Sagrado la Biblia, también llamada las Sagradas Escrituras, compuesta por un Antiguo y Nuevo Testamento. Los primeros cinco libros que se encuentran en el Antiguo Testamento, son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, es decir, los también llamados el Pentateuco. Dicho Antiguo Testamento contiene además los libros proféticos, que recogen la dirección de Dios a través de los profetas. Podemos decir sin duda alguna, que la Ley y los Profetas que se encuentran en el Antiguo Testamento son los mismos que se hallan en la Torá y que confirma el Corán. El Nuevo Testamento, recoge el Evangelio de Jesucristo (Mateo, Marcos, Lucas, Juan), y los libros apostólicos.

El judaísmo no admite el Nuevo Testamento como libro de Dios y por consiguiente no creen en él ni en Jesucristo como Hijo de Dios y mucho menos como Dios. A diferencia de éste, el islamismo sí que cree en el Evangelio y las Escrituras como libro divino. He aquí algunas suras del Corán que lo avala:

Sura II:120, “Aquellos a quienes hemos dado el Libro (las Escrituras) y que lo leen como conviene leerlo, esos creen en él.”

Sura II:135, “Decid: Creemos en Dios y en lo que nos ha sido enviado de lo alto a nosotros,…; creemos en los libros que han sido dado a Moisés y a Jesús.”

Sura II:211, “Dios envió a los profetas encargados de anunciar y de advertir. Les dio el Libro (el Pentateuco o el Evangelio) que contiene la verdad.”

Sura II:61, “Ciertamente, los que creen, y los que siguen la religión judía, y los cristianos, y los sabios, en una palabra todo el que cree en Dios y en el día final y que haya obrado el bien: todos estos recibirán una recompensa de su Señor, el temor no les alanzará y no estarán afligidos.”

Sura III:2, “Te ha enviado en toda verdad el Libro que confirma lo que le ha precedido; ha hecho descender de lo alto el Pentateuco y el Evangelio.”

Sura III:83, “Di: Creemos en Dios, en lo que él nos ha enviado, en lo que ha revelado a Abrahán, a Ismael, a Jacob y a las doce tribus; creemos en los libros santos que Moisés, Jesús y los profetas han recibido del cielo; no establecemos ninguna diferencia entre ellos; estamos resignados a la voluntad de Dios (somos musulmanes).”

Sura V:48 y 49, “Detrás de los demás profetas hemos enviado a Jesús, hijo de María, para confirmar el Pentateuco; el Evangelio contiene también la dirección y la advertencia para los que temen a Dios.” “Las gentes del Evangelio juzgarán según el Evangelio. Los que no juzgan por un libro de Dios son infieles.”

Sura V:68 y 70, “Si observasen el Pentateuco y el Evangelio, y los libros que el Señor les ha enviado, gozarían de los bienes que se hallan por encima de sus cabezas y bajo sus pasos… “Mientras no observéis el Pentateuco, el Evangelio y lo que Dios ha hecho descender de los cielos.”

Sura VII:157, “Para los que siguen al enviado, al profeta iletrado que hallarán señalados en sus libros, en el Pentateuco y en el Evangelio.”

Sura LVII:25 y 26, “Enviamos a Noé y a Abrahán y establecimos el don de la profecía en sus descendientes, así como el Libro (las Escrituras)… “Enviamos en pos de ellos otros apóstoles, como Jesús, hijo de María, a quien dimos el Evangelio.”

Como hemos dicho anteriormente y acabamos de comprobar por el Corán, no cabe duda alguna de que dan por libros divinos al Pentateuco, el Evangelio y las Escrituras. Los cuales hemos se han de observar porque contienen la verdad, la dirección y la advertencia para los que temen a Dios. Añade que las gentes del Evangelio juzgarán según el Evangelio, siendo esto parte de la fidelidad a Dios (Sura V:49).

Ahora nos cabe preguntar, ¿Por qué entonces hay división y diferencias entre el cristianismo y el islamismo, si comparten los mismos libros como dados por Dios?

Entre el judaísmo y el cristianismo es evidente esa diferencia, ya que el judaísmo no cree en el Evangelio ni en Jesús, aunque en la Ley y los Profetas (sus libros sagrados), claramente se anuncia la venida de Jesús como Rey, Señor, y Dios, que es lo que se narra en el Evangelio. De ahí que no se pueda entender como el judaísmo no crea en el Evangelio, ni en Jesús el Mesías. He aquí algunos textos de dicha Ley y los Profetas que muestran lo que venimos diciendo:

Daniel 9:25, “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos antiguos.”

Zacarías 9:9, “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu Rey vendrá a ti,  justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”

Isaías 9:6, “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el gobierno principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”

Isaías 11:12 y 13, “Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta monedas de plata. Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata; y las eché en la casa de Jehová al tesoro”.

Hay mucho más en la Ley y los Profetas que anuncia la venida de Jesucristo, pero como hemos dicho a pesar de ésta gran evidencia, el judaísmo no cree que todo esto se cumplió hace unos dos mil años con la venida de Jesús, el Mesías. El judaísmo sigue encerrado y esclavizado bajo la Ley Mosaica y los Profetas que fueron hasta Juan el Bautista. Con la llegada de Jesús el Cristo, dicha Ley y los Profetas pasó a formar parte del pasado y  de la historia. Sin en cambio, ellos siguen esperando al Mesías, cuando este ya vino. Naturalmente, esto es más que suficiente para entender la gran diferencia entre el judaísmo y el cristianismo, ya que para el cristianismo Jesucristo es el único Camino, la única Verdad, la Vida, y el único Dios verdadero.

Después de haber aclarado esto, continuaremos a responder la pregunta que nos hicimos de, el por qué si el islamismo manifiesta creer en el Pentateuco, el Evangelio y Jesús, hay tanta diferencia y desunión con el  cristianismos.

En el Corán se cita algo del Evangelio, pero no así de los libros apostólicos que componen el Nuevo Testamento. Aunque a veces hable de otros libros, o de las Escrituras, no deja claro cuales sean dichos libros. De ahí que nosotros, vayamos ha usar principalmente los cuatro libros del Evangelio, para aclarar lo que viene a continuación.

                          Manifestaciones contradictorias del Corán

Como pudimos ver anteriormente en diversas suras, se deja muy claro la verdad y dirección de Dios por medio de los libros que Él envió, es decir, del Evangelio, las Escrituras y del Pentateuco.  Sin en cambio, hay otras suras que contradicen a estas anteriores donde se reconocía que los que siguen ambas religiones, judíos y cristianos, son de Dios (Sura II:61).  He aquí algunos ejemplos:

Sura II:134, “Se os dice: Sed judíos o cristianos y estaréis en el buen camino. Respondedles: Somos más bien de la religión de Abrahán, verdadero creyente, y que no era del número de los idólatras.”

Sura  V:53, “¡Oh creyentes! No toméis por amigos a los judíos y a los cristianos que son amigos unos de otros. El que lo tome por amigos acabará por semejárseles, y Dios no será la guía de los perversos.”

Sura V:19, “Los que dicen que Dios es el Mesías, hijo de María, son infieles. Respóndeles: ¿Quién podría, de cualquiera manera que esto sea, impedir a Dios si quisiese aniquilar al Mesías, hijo de María, y a su madre y a todos los seres de la tierra?”

Sura V:20, “Somos los hijos de Dios y sus amigos queridos, dicen los judíos y los cristianos. Respondedles: ¿Por qué os castiga, pues, por vuestros pecados?”

Sura V:84, “Reconocerás que los que alimentan el odio más violentos contra los fieles son los judíos y los idólatras, y que los que están más dispuestos a amar a los fieles, son los hombres que se dicen cristianos.”

Sura XXI:26, “Ellos (los infieles, los cristianos) dicen: El Misericordioso ha tenido hijos; los ángeles son sus hijos. ¡Por su gloria! No, ellos, no son más que sus servidores honrados.”

Sura IX:30, “Los judíos dicen: Ozair es hijo de Dios. Los cristianos dicen: El Mesías es hijo de Dios. Tales son las palabras de sus bocas, y al decirlas se semejan a los infieles de otro tiempo. ¡Qué Dios les haga la guerra! ¡Qué embusteros son!”

Sura LXII:5, “Aquellos a quienes se ha encargado el Pentateuco y que no llevan (que no lo observan) se parecen al asno que lleva libros. Se asemejan a algo vil los hombres que tratan de mentiras los signos de Dios. Dios no guiará a los impíos. Di: ¡Oh judíos! Si os imagináis ser los aliados de Dios con exclusión de todos los hombres, desead la muerte, si decís la verdad.”

Estas contradicciones con sus amenazas e insultos hacia los judíos y cristianos, que aparecen en muchas suras llevan a la confusión e incitan a la enemistad y al odio, sobre todo hacia los judíos y cristianos, algo más que notorio a lo largo de éste libro del Corán. Gran parte del Corán se basa en estas descalificaciones. Nada más hay que leer el Corán para darse cuenta de ésta gran realidad.

La mujer según Mahoma y el Corán

No son pocos los que defienden el Corán, opinando que la mujer en ningún momento es maltratada, marginada o inferior al hombre. Como venimos haciendo hasta aquí, a la historia y escritos nos remitimos. He aquí algunas suras que hablan por si mismas:

Sura IV:34, “Los hombres son superiores a las mujeres, a causa de las cualidades por medio de las cuales Dios ha elevado a éstos por encima de aquéllas, y porque los hombres emplean sus bienes en dotar a las mujeres. Las mujeres virtuosas son obedientes y sumisas: conservan cuidadosamente, durante la ausencia de sus maridos, lo que Dios ha ordenado que se conserve intacto. Reprenderéis a aquellas cuya desobediencia temáis; las relegaréis en lechos aparte, las azotaréis; pero, tan pronto como ellas obedezcan, nos le busquéis camorra. Dios es elevado y grande.”

Nada más con esta sura, bastaría para confirmar que el machismo, los malos tratos y la superioridad del hombre sobre la mujer es una clara evidencia de Mahoma y el Corán. La mujer es considerada un placer pasajero en este mundo, comparándolas a rebaños o  caballos.

Sura III:14, “El amor a los placeres, tales como las mujeres, los niños, los tesoros de montones de oro y plata, los caballos con marcas impresas, los rebaños, los campos, todo esto parece hermoso a los hombres; pero no son más que goces pasajeros de este mundo; el retiro hermoso está junto a Dios,”

Sura II:221, “Vuestras mujeres son vuestro campo. Id a vuestro campo cuando queráis.”

Sura IV:15, “Si vuestras mujeres cometen la acción infame, llamad cuatro testigos. Si sus testimonios concurren contra ellas, encerradlas en casa hasta que la muerte las lleve o hasta que Dios les procure algún medio de salvación.”

Los castigos, abusos injustos y machistas hacia las mujeres, lo avalan poniendo a Dios por testigo ¡Qué barbaridad! Ellos (los hombres) pueden tomar o repudiar a las mujeres según les plazca, e incluso tenerlas como esclavas.

Sura IV:3 y 20, “Si teméis no ser equitativos respecto a los huérfanos, no os caséis, entre las mujeres que os gusten, más que con dos, tres o cuatros. Si teméis aún ser injustos, no os caséis más que con una sola o con una esclava. Esta conducta os ayudará a no ser injusto.”

“Si deseáis cambiar una mujer por otra, y le habéis dado a alguna de ellas cien denarios, no le quitéis nada, ¿Desearíais arrancárselos cometiendo injusticia y una iniquidad evidente?”

Sura LXV:1, “¡Oh profeta! No repudiéis a vuestras mujeres hasta el término señalado; contad los días exactamente. Antes de este tiempo no podéis ni expulsarlas de vuestras casas, ni dejarlas salir de ellas, a no ser que hayan cometido un adulterio probado. Tales son los preceptos de Dios.”

Sura XXXIII:59, ¡Oh profeta! Prescribe a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que dejen caer su velo hasta abajo; así será más fácil obtener que sean desconocida ni calumniadas. Dios es indulgente y misericordioso.”

Sura XXXIII.53, “¡Oh creyentes! No entréis sin permiso en las casas del profeta,…Si queréis pedir algún objeto a sus mujeres, pedidlo a través de un velo; así es como vuestros corazones y los suyos conservarán la pureza. Evitad causarle pena al enviado de Dios. No os caséis jamás con las mujeres con quienes él haya tenido comercio; esto sería grave a los ojos de Dios.”

A este proceder, le llaman conducta de equidad y justicia ¡Qué horror! Nada más lejos de ello. Además, no es para nada cierto que tales cosas sean preceptos del único y verdadero Dios, como iremos aclarando y demostrando en este escrito. Podríamos citar muchas más suras que contribuyen a dicho maltrato y marginación hacia la mujer. El que no quede satisfecho con lo que hemos expuesto aquí, sólo tiene que ir al Corán, investigarlo y comprobar que no mentimos.

                 La venganza y a la guerra por Mahoma y el Corán

Es absolutamente increíble, que se pueda dudar del derroche de suras que hay en el Corán, que mandan e incitan a hacer lo que denominan la guerra santa, contra todos aquellos que no estén de acuerdo y vivan según lo que  en este libro se enseña. Seguidamente, expondremos algunas suras de las muchísimas que hay como ejemplo.

Sura LX:1, “¡Oh vosotros los que creéis! No toméis por amigos a mis enemigos y a los vuestros. Les demostráis amistad después que ellos demostraban que no creían en la verdad que se os ha sido revelada; os rechazan a vosotros y al profeta de su seno, porque creéis en Dios vuestro Señor. Cuando salís de vuestros hogares para la guerra santa, para combatir en una senda y obtener mi satisfacción, ¿les testimoniaréis amistad? Pero yo sé mejor lo que ocultáis y lo que exponéis a la luz del día, y cualquiera de vosotros que lo haga se aparta de la verdadera ruta.”

Sura LXVI:9, “¡Oh profeta! Haz la guerra a los infieles y a los hipócritas; sé severo con ellos. La gehena será su morada. ¡Qué detestable mansión!”

Sura XLVII:4 y 9, “Cuando encontréis infieles, matadles hasta el punto de hacer con ellos una carnicería y estrechad fuertemente las trabas de los cautivos.”“En cuanto a los incrédulos, ojalá perezcan y ojalá haga Dios nulas sus obras.”

Sura II:189 y 190, “Combatid en la senda de Dios contra los que os hagan la guerra. Pero no cometáis injusticia atacándolos primero, pues Dios no ama a los agresores.”

“Matadles doquiera que los halléis y expulsarlos de donde ellos os hayan expulsados. La provocación agresiva y la astucia de la idolatría es peor que la carnicería en la guerra. No les libréis combate junto al oratorio sagrado, a no ser que ellos os ataquen. Si lo hacen, matadlos. Tal es la recompensa de los infieles.”

Sura VIII:7,17 y 66 “…, el Señor ha querido probar la verdad de sus palabras y exterminar hasta el último de los infieles.”

“No sois vosotros quienes les matáis, sino Dios. Cuando lanzas un dardo, no eres tú quien lo lanzas, sino Dios, para exponer a los fieles a una hermosa prueba; pues Dios lo oye y lo sabe todo.”

“¡Oh profeta, excita a los creyentes al combate! Veinte hombres firmes de éstos aplastarán a doscientos infieles. Cien harán huir a mil, porque los infieles no comprenden nada.”

Sura VII:183, “Respecto de los que tratan nuestros signos de mentiras, los aniquilaremos poco a poco y por medios que no conocen.”

Sura V:35, “He aquí cuál será la recompensa de los que hacen la guerra a Dios y a su enviado, y que emplean todas sus fuerzas en cometer desórdenes en la tierra; les condenaréis o les haréis sufrir el suplicio de la cruz; les cortaréis las manos y los pies, alternados; serán expulsados de su país. La ignominia les cubrirá en este mundo, y un castigo cruel les espera en el otro”.

¿Alguien puede cuestionar éste espíritu de odio, venganza, tortura y muerte, que enseña el Corán y su profeta Mahoma para contra todos los que ellos denominan infieles, es decir, para contra todos los que no piensan y viven como ellos? El Corán está lleno suras basadas básicamente en castigo, venganza, odio, discriminación, desigualdad, injusticia e iniquidad, por citar algunos calificativos que hemos demostrados por lo escrito en él. Nadie debería ofenderse por esto que decimos, ya que corresponde a la verdad. Es increíble y a la vez insultante, que,  como pudimos leer en ésta Sura VII:183, los que tratan (claro está, según ellos) sus signos de mentiras serán aniquilados.

Pues bien, después de haber visto algunos de éstos signos suyos y sin entrar es más cuestiones como podría ser por ejemplo la Sura V:40, donde se castiga al ladrón con cortarle las manos o la Sura XXIV:2, que castiga con latigazos al que comete adulterio, etc., etc., ¿Alguien puede creer que estos signos (mandamientos y conductas) estén designados por el Dios verdadero?

La Sura XXXIX:31, dice: “¿Y quién es peor que el que inventa una mentira por cuenta de Dios y el que ha tratado de impostura la verdad se le ha aparecido?”

Ateniéndonos a  lo que dice esta Sura y habiendo visto todo esto ¿Qué diremos al respecto?

Mahoma con su Corán, se ha inventado una gran mentira respecto al Pentateuco, Evangelio y las Escrituras, contradiciendo al mismísimo Dios como comprobaremos seguidamente. Volvamos a recordar que en suras citadas anteriormente, quedó claro que el Evangelio y las Escrituras son libros que Dios envió y que contienen la dirección y la advertencia para los que le temen. Y que las gentes del Evangelio juzgarán según el Evangelio. Pues esto es lo que concretamente vamos hacer, osea, desmentir algunas de las muchas cosas que el Corán y Mahoma afirman del Evangelio y las Escrituras, que para nada son ciertas.

Sura XIX:34, “Dios no puede tener hijos. ¡Lejos de su gloria esta blasfemia! Cuando decide una cosa, dice: Sea, y es.”

Por lo visto, Mahoma no conocía bien el Evangelio ni las Escrituras, puesto que es más que sabido, que en dichos libros se enseña sin ningún tipo de dudas, que Jesús es el Hijo de Dios. Solamente en el Evangelio de Juan  hay unos cuarenta versículos que lo afirma. He aquí algunos textos de los  muchísimos existentes.

Mateo 2:15, …para que se cumpliese lo que dijo el Señor (Dios) por medio del profeta (Oseas 11:1), cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.

Marcos 9:7, …y desde la nube una voz (de Dios el Padre) que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.

Lucas 1:35,  Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá son su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

Juan 3: 18,  El que en Él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Sura XXIII:92, “Dios no tiene hijos ni más dios a su lado; de no ser así, cada dios se iría con lo que ha creado y los unos serían más elevados que los otros. Lejos de la gloria de Dios las mentiras que inventan.”

El que Jesús es el Hijo de Dios ya lo hemos demostrado. Ahora citaremos algunos textos que demuestren que Jesús es a su vez Dios.

Mateo 1:23, He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

Juan 14:8 y 9, Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre (Dios) y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre (Dios); ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?

Romanos 9:5, De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo. El cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

Sura XXI: 26, “Ellos (los infieles, los cristianos) dicen: El Misericordioso tiene hijos; los ángeles son sus hijos. ¡Por su gloria! No, ellos no son más que servidores honrados.”

Juan 1:12, Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

Los cristianos creen en el Evangelio y las Escrituras, y por lo tanto en Jesucristo, manifestado como Hijo y Dios como acabamos de ver. Dios  toma como hijo a todo aquel que recibe y cree en Jesús. Así es lo que se enseña en estos libros, de ahí que no se pueda tratar de infieles y mentirosos, como se les  juzga en el Corán por Mahoma. Tampoco es cierto que crean o enseñen que los ángeles sean hijos de Dios, algo que para nada aparece en las Escrituras o el Evangelio. Por lo tanto dicha afirmación es igualmente falsa.

Sura V:19, “Los que dicen que Dios es el Mesías, hijo de María, son infieles. Respóndeles: ¿Quién podría, de cualquier manera que esto sea, impedir a Dios si quisiese aniquilar al Mesías, hijo de María, y a su madre y a todos los seres de la tierra? A Dios pertenece la soberanía de los cielos y de la tierra y del espacio que los separa. Él crea lo que quiere y lo puede todo.”

En esta sura dan una reflexión o ejemplo sin sentido, y aflora una vez más ese espíritu que hay en el Corán y Mahoma de aniquilar o matar. Naturalmente que Jesús, según el Evangelio y las Escrituras es el Mesías (el Salvador).

El Corán también dice creer que Jesús es el Mesías, la Sura III:45, dice:

“Un día, los ángeles dijeron a María: Dios te anuncia su Verbo. Se llamará el Mesías, Isá, hijo de Mariam, ilustre en este mundo y en el otro, y uno de los muy próximos de Dios.”

Está claro que con esta afirmación, se encuentran con un gran problema al confesar que Jesús es el Mesías (el Salvador). Según el Pentateuco y los Profetas, no les quedaría otra que admitir que Jesús es Dios. Ya que de la misma manera, que según estos libros sólo hay un Dios verdadero, también sólo hay un Salvador o Mesías. De ahí que el judaísmo no reconozca a Jesús como el Mesías, por la sencilla razón que esto implicaría automáticamente reconocer que Jesús es el Señor, Rey y Dios, el único. Veremos  por ejemplo, lo que Dios dijo por medio del profeta Isaías:

Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor (Salvador), Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios (43:11 y 44:6).

Sobran explicaciones,  son numerosísimos los textos que afirman que sólo hay un Salvador o Mesías y Dios dentro de la Ley y los Profetas, como también enseña el Corán. Es por lo tanto más que evidente, que Mahoma y su Corán se contradicen al afirmar y reconocer, que la Ley (el Pentateuco) y los Profetas son verdad, libros enviados por Dios, y a su vez, tener a Jesús por Mesías (Salvador), sin admitir o aceptar que es el mismo y único Dios verdadero.

El problema de todo esto, consiste fundamentalmente en que realmente, no creen tal y como manifiestan en sus escritos (Así judíos como islámicos), que Dios es TODOPODEROSO, y cuestionan la cantidad de textos existentes que enseñan, que el Dios de la Ley y los Profetas que tenía que venir a salvar la humanidad, vino en semejanza  de hombre, naciendo de una virgen y muriendo por nuestros pecados para darnos vida eterna. Esto, así estaba profetizado, el profeta Ezequiel en el capítulo 34, lo dejó más que claro. Por favor, nada más hay que leerlo. Y el cumplimiento de esta profecía se efectúa en la persona de Jesucristo. Repetimos, el cumplimiento de Ezequiel 34, se encuentra sin ningún tipo de dudas, en el evangelio de Juan capítulo 10. Es cuestión de compararlo y aceptarlo, nada más. Ocurrió, lo que bien se narra en las Escrituras, concretamente en el libro de Filipenses, capítulo 2, versículos 5 al 8, donde dice:

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó a ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, , sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte. y muerte de cruz.

Esto, se puede decir más alto, pero no más claro ¿Hay algún problema en creer que el Dios TODOPODEROSO pueda hacer esto? Estos que no creen que Jesús es el mismo y único Dios, limitan a Dios  no creyendo que  Dios en todo su poder, puede manifestarse al mundo estando en Espíritu como Padre en los cielos, y  a su vez en la tierra habiéndose despojado a sí mismo, tomando forma de siervo hecho semejante  a los hombres, como Hijo en la persona de Jesucristo.

En este texto de Hebreos 1:1-2, que a continuación exponemos, se nos explica de otra manera, diciendo:

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.

Estos que limitan a Dios, dan claras muestras de que realmente no creen que Dios sea TODOPODEROSO.

Cabe añadir, que según estos libros sagrados, y como podemos leer en el libro de Hechos de los Apóstoles, capítulo 4, versículos 11 y 12,

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Otra cosa que niega el Corán es que el Espíritu Santo sea, Dios mismo, en contra de lo que enseña las Escrituras. El Corán dice:

Sura V:75, “Infiel es el que dice: Dios es el tercero de la Trinidad, en tanto que no hay más Dios que el Dios único. Si no cesan…, en verdad, un castigo doloroso alcanzará a los infieles”.

Si bien es cierto que la palabra Trinidad y su definición no aparecen en el Evangelio ni en las Escrituras, sino que es una invención de la religión católica y que asumieron las demás dentro del mal llamado cristianismo. No por esto, no deja de ser verdad o cierto que Dios se ha manifestado como Padre, Hijo y Espíritu Santo, en este segundo pacto o Nuevo Testamento (las Escrituras). Que Dios es Espíritu es más que sabido y ¿alguien duda que es Santo? Dios es el Espíritu Santo ¿o no? El evangelio de Juan, 4:24, y Apocalipsis 4:8, dicen: Dios es Espíritu; y los que le adoran,  en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

…. Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir, ¿quién puede ser si no el Espíritu Santo?

Hechos 13:2, dice: Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. ¿Quién puede ser este Espíritu Santo que habló y confirmó el llamamiento que le había hecho a Pablo y Bernabé?

Ante tales evidencias vista de contradicciones ¿Cómo pueden decir en la Sura XII:111, que, “el Corán corrobora las Escrituras reveladas antes”? ¿Cómo pueden llamar a otros inventores de mentiras y por ello condenarlos a muerte?

Hay una forma muy clara y contunde de como saber o conocer, si un libro, escrito o dicho, es de Dios o verdadero. En la carta que Pablo escribió a las iglesias de Galacia, en el capítulo 1, versículos 6 al 9, leemos:

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema (maldito). Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea maldito.

Esta es la clave para averiguar o saber, si algo que se diga por escrito o por palabra, procede de Dios o no. Ya de muy temprano hubieron quien pervirtieron el verdadero evangelio de Cristo.

Sin duda alguna, el Corán lo escribió alguien y se le atribuye a Mahoma. Lo cierto es que se escribió o redactó después de la muerte de Mahoma, es decir, sobre el año 632 después de Cristo, o unos 600 años después de que el apóstol Pablo escribiera esta carta a las iglesias de Galacia. Mahoma, si bien reconocía las Escrituras como libro enviado por Dios, no se ciñó a ellas, ya que como hemos podido demostrar enseña un evangelio diferente del que se había anunciado por Jesús y sus apóstoles unos 600 años antes que él.

Queremos hacer una vez más hincapié, que no pretendemos ni mucho menos, que por medio de nuestras palabras alguien se sienta ofendido, sino que la verdad solo tiene un camino y según el Pentateuco, el Evangelio y las Escrituras (libros divinos, tal y como lo narra el Corán), ni Mahoma pudo ser un profeta enviado por Dios, ni el Corán pudo ser una inspiración Divina dada a Mahoma.

Podríamos demostrar más suras que aparte de contradecirse a sí mismas, al Pentateuco, al Evangelio y las Escrituras, como hemos demostrado, cuentan acontecimientos de Abrahán, Moisés, Noé y otros, que para nada aparece en dichos libros anteriores al Corán y que por consiguiente  carecen de toda veracidad.

Para concluir, hemos de decir, que según la manifestación de Dios en los libros que se incluyen en las Escrituras y que como reiteramos una y otra vez, el mismo Corán reconoce como libros enviados por Dios, NO se dice que algunas de estas religiones, como son el judaísmo o el cristianismo, y mucho menos el islamismo sean la religión verdadera.

De manera que la ley (el Pentateuco) ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo (ley o Pentateuco), pues todos somos hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús (Gálatas 3:24-26).

El mal llamado “cristianismo” alberga diferentes religiones, como: la católica, la ortodoxa, la evangélica, etc., e infinidades de divisiones como son las denominaciones, con doctrinas contrarias entre sí y opuestas a Cristo. ¡Nada más lejos de la voluntad de Dios!

El Evangelio dice, que hay un solo Camino, una sola Verdad y una  sola Vida, y esto se encuentra solo y exclusivamente en Jesucristo (Juan 14:6). Que como hemos podido demostrar, es el mismo Dios, Señor  y Salvador, que desde el principio se manifestó a los hombres, comenzando por Adán y Eva. Las Escrituras enseñan entre otras cosas que:

La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo (Santiago 1:27).

El guardarse sin mancha del mundo y el preocuparse de los más necesitados, es decir, de los huérfanos y viudas que verdaderamente lo son, es el resultado de una fe, basada en el ejemplo de vida que nos enseñó y mandó nuestro Maestro y Señor Jesucristo, por el que somos hechos hijos de Dios. A Él y solo a Él sea la gloria por siempre. Amén.

Hay mucho más que cuestiona la veracidad del Corán como libro divino, pero creemos que con lo que aquí hemos demostrado, es más que suficiente para llevar a aquellos que creen en él, a examinarlo y poder comprobar a sí mismo todas esta verdades que hemos narrado.

Añadir, que Mahoma con su libro el Corán, lleva desde el año 632 después de Cristo aproximadamente, es decir, más de 1350 años insultando, llamando infieles, embusteros, semejantes a asnos…, y lo peor de todo, asesinando e instando a sus fieles a matar, aniquilar, exterminar o hacer una carnicería de los judíos y cristianos. ¿Acaso nos puede extrañar todo lo que viene ocurriendo con el terrorismo islámico teniendo tal libro como enviado por Dios? ¡Qué horror! A diferencia del Evangelio o mejor dicho del Nuevo Pacto o Testamento, con Jesucristo como ejemplo de vida, lleno de Amor y de Paz, que detesta el odio, los insultos y todo aquello que puede dañar a tu prójimo. En el Evangelio no hay ninguna incitación a la venganza o guerra y mucho menos a tomarnos la justicia por nuestra cuenta. Solo Dios juzgará al hombre con justo juicio en el día postrero, y hasta entonces nos manda tanto a judíos, como a musulmanes, a cristianos como a gentiles a convivir en paz y amor, de acuerdo a sus enseñanzas o mandamiento dados por Jesucristo. Donde hay plena igualdad entre hombres y mujeres; entre judíos, cristianos y árabes; blancos y negros, etc.

No nos dejemos engañar más por las religiones, que no son más que creaciones de hombres, ni por sus líderes; ya sean rabinos, sacerdotes, pastores, imanes, etc. Dios, no es propiedad de ninguna religión, de hecho, Él no habita en sus templos, sinagogas o mezquitas, porque de igual manera son creadas por hombres en contra de su voluntad. Dios habita en aquel que cree en Él y guarda sus mandamientos.

Seamos sensatos, el único según la historia y los escritos que hizo milagros y señales como ningún otro, y el único que dio muestras de poder al resucitar a los muertos y resucitando a sí mismo, no fue Moisés, ni Mahoma, ni nadie más que Jesucristo. Sigamos al mejor, al que ha demostrado el poder como ninguno y no solo se quedó en meras palabrerías.

Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la Gracia y la Verdad vinieron por medio de JESUCRISTO. Juan 1:17

Él es el mismo que se reveló a Moisés con el nombre de Jehová o Yavé en el monte Sinaí. El Primero y el Último; el que Era, Es, Será y a de venir; el Eterno. No hay otro Dios fuera de Él.





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