A la hora que no pensáis
Muchos han hablado y escrito
acerca de la venida de Cristo. Es un tema que siempre ha despertado el interés
de los que se autodenominan cristianos.
Incluso existen diferentes
teorías sobre la venida del Mesías. Algunos hablan de un rapto secreto que
antecede a la gran tribulación. Otros afirman que no existe ese rapto y que los
creyentes en Cristo sufrirán severamente en los últimos tiempos. Algunos otros
creen que la iglesia de Cristo verá la primera parte de la gran tribulación y
luego será arrebatada a la mitad de este período. Existen otros que creen que
eso de la gran tribulación no comprende un tiempo específico sino que abarca
toda la historia de sufrimiento del pueblo de Dios.
Todo esto lo que ha
producido es pura confusión y engaño. Las sectas y denominaciones con sus
pastores y maestros, por no tener al Espíritu Santo y apostatar de la fe no
deben ser escuchadas.
En fin, hay tanto que han
dicho y enseñado influenciando a muchísima gente a lo largo de los últimos
siglos. Sin embargo queremos recordar algo que nuestro Maestro enseñó y que
deja clara las evidencias que anteceden a este evento glorioso.
Pero del día y la hora nadie
sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los
días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días
antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento,
hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el
diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será
dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría
de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros
estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis
(Mateo 24:36-44).
No hay por qué confiarse,
las señales están cumplidas. Pero la hora no se sabe, la exhortación es a estar
preparados. Vendrá a la hora que no pensáis. Por lo que aunque algunos digan
que tiene que aparecer primero el anticristo no debe ser motivo de
relajamiento. Una y otra vez Jesús dijo:
Velad, pues, porque no
sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir (Mateo 25:13).
Cristo viene pronto.
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