El Verdadero Evangelio de Cristo

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Seguramente, nos hayamos preguntado más de una vez, el por qué Jesucristo aún no ha venido por segunda vez para establecer su reino. La respuesta a esta pregunta, como ocurre con todas las cosas que conciernen a la Vida, la podemos encontrar en la Palabra de Dios. En el capítulo 24 de Mateo, versículos 3 y 4, vemos cómo los discípulos le hicieron también esta pregunta al Maestro, diciéndole:

Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y qué señales habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

El Maestro, nos advirtió que iban a querer engañarnos acerca de su venida y del fin del siglo. Y así ha acontecido. Durante todo este tiempo, los hombres han puesto, y siguen poniendo, fecha al día de la venida de Cristo. Las religiones o sectas especulan con los datos que se encuentran en la Escritura e ignorándola caen en ese grave error. Y decimos ignorándola, porque en el evangelio de Jesucristo, el Maestro nos enseña diciéndonos:

Pero el día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre (Mateo 24:36).

Entonces, así como también se nos narra en Hechos 1:7, que: 

No nos toca a nosotros saber los tiempos o las ocasiones, que el Padre puso en su sola potestad.

¿Por qué las religiones o sectas se empeñan en poner fechas a la venida de nuestro Señor Jesucristo? La respuesta es muy fácil: por no obedecer las palabras o enseñanzas del Maestro. No podremos encontrar en las Sagradas Escrituras, a ningún discípulo o siervo de Dios, al que se le ocurriese tal disparate, de poner fecha a la próxima venida de Cristo y del fin del siglo. Ahora bien, sí podemos saber que dicha venida y el fin del siglo está cerca o está a las puertas, pues así lo dice la Escritura a través de Jesucristo:          

 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas (Mateo 24: 32 y 33).

Nuestro Maestro, en este capítulo 24 de Mateo, nos muestra toda una serie de cosas que sucederán antes de su venida, pero lo que Jesús nos enseña, y que es lo determinante para su eminente venida, lo encontramos en el versículo 14, donde nos dice:

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Así pues, queda claro que el fin vendrá cuando el evangelio de Cristo sea predicado en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones. Pues bien, viendo esto así, podríamos llegar a la conclusión de que el fin está cerca. Si pensamos por un momento que las religiones o sectas, así mismas llamadas cristianas, como pueden ser la católica, evangélica, mormona, testigos de Jehová, etc., que llevan muchísimos años predicando el evangelio de Cristo (según ellas), y que entre todas ya lo han hecho por todo el mundo y por todas las naciones, el fin no sólo estaría cerca, sino que debería de haber llegado.

No nos cabe la menor duda, de que nada más, entre la iglesia católica y la evangélica, y sobre todo hoy en día con la ayuda tecnológica de internet, han alcanzado a todas las naciones con sus evangelios, y decimos con sus evangelios, por la verdad que a continuación exponemos:

El evangelio que predica la iglesia católica, difiere mucho del que predica la iglesia evangélica y los de ambos difieren mucho de la iglesia de los santos de los últimos días, más conocida como los mormones y éstos,  a su vez, del de los testigos de Jehová, y así sucesivamente con todos los evangelios de las distintas religiones o sectas que hay por todo el mundo y naciones.

Este problema comenzó desde muy temprano. Pablo, ya escribió a las iglesias de Galacia, diciéndoles:

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejados del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea maldito. (Gálatas 1:6-8)

Como hemos podido leer, el predicar un evangelio diferente conlleva el alejarse de Dios. Es una obviedad que las religiones o sectas anuncian unos evangelios diferentes, de ahí las muchísimas religiones o sectas, que además, a su vez, están divididas entre sí mismas, como por ejemplo ocurre de una manera palpable con la iglesia evangélica, que está compuesta por infinidades de denominaciones con doctrinas totalmente opuestas entre sí ¿no es esto una perversión del EVANGELIO? Esto es así, y si no lo quieren ver, es porque están ciegos por haberse alejado de Dios al anunciar evangelios diferentes. Por consiguiente, todas las religiones o sectas que no son más que obras de hombres, según la Verdad, están bajo maldición.

Como antes hemos dicho, también ahora  lo repetimos: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea maldito. Ya os lo he dicho antes. Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos (Gálatas 1:9, Mateo 24: 25 y 24).

Las religiones o sectas son, sin duda alguna, esos falsos cristos y profetas malditos, de las que nos advirtió el verdadero evangelio de Cristo que nos engañarían.

Y no porque lo digamos nosotros, sino porque como podemos ver claramente, así lo dice el EVANGELIO.

El evangelio verdadero es el que está escrito y fue anunciado por Jesús el Maestro y sus discípulos, a quienes Él escogió para ello. Queda pues claro, que los evangelios que dicen anunciar o predicar las religiones o sectas no corresponden al verdadero evangelio de Cristo, al estar divididos entre ellos por diferentes evangelios y opuestos al de Cristo, está claro ¿verdad? Y por esta razón es falso que hayan predicado el EVANGELIO del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y por lo tanto, el fin ni ha podido ni puede aún venir.

Como también nos lo confirma Marcos 13:10, diciéndonos:

Es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones.

Después de haber aclarado esto, queremos resumir lo que nos enseña el evangelio verdadero de sí mismo. La palabra evangelio significa como todos sabemos: Buenas Nuevas o Buenas Noticias, y estas Buenas Nuevas o Noticias, están basadas en la vida de Jesucristo. Nuestro Señor vino a reconciliar al hombre con Dios, ya que se encontraba separado de Dios por el pecado, como bien Pablo nos lo enseña en Romanos 5, versículos 10 y 11, diciéndonos:

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.

Así pues, Dios habiendo reconciliado al hombre por su Hijo, nos salva. ¡Pero ojo! Si estamos reconciliados con Dios por la fe en Jesucristo.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma (Hebreos 11:6 y 1; Romanos 10:17 y Santiago 1:22 y 2:17).

En esto consiste el evangelio verdadero, en que el hombre, después de haber sido reconciliado con Dios por la muerte de Jesús, crea en Él, se arrepienta de sus pecados, deposite en Él la fe, que es por oír su Palabra y viva de acuerdo a ella.

Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? (Romanos 10:16)

Las religiones o sectas, no obedecen al evangelio de Cristo, ni le oyen ni andan de acuerdo a Él. Están divididos y nos dividen cada vez más, nos confunden y nos roban con los diezmos y ofrendas. Pero lo peor de todo, es lo que nos dice nuestro Maestro acerca de ellas en Mateo 23:13, que:

cierran el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entran ellas (religiones o sectas), ni dejan entrar a los que están entrando.

En el evangelio de Cristo, a diferencia de los falsos evangelios que predican las religiones o sectas, con sus falsos cristos y falsos profetas, entre otras muchas cosas: no se habita en templos hechos por manos de hombres, sino que se reúne por las casas; no se tiene más Maestro que a Cristo, y los demás somos hermanos; no se cobran los diezmos, sino que se aparta de acuerdo a como cada uno haya prosperado, para cubrir las necesidades de los santos (ofrendas); no se es asalariado, sino que se predica el evangelio en todas sus formas gratuitamente; el cuerpo de Cristo o iglesia es una, aunque ésta se reúna por diferentes hogares o espacios libres; la única cabeza o autoridad es Cristo, y los demás somos sus servidores aunque haya diferentes ministerios, servicios o dones, que es lo mismo; no se vive bajo la ley de Moisés y los profetas, que fueron hasta Juan, sino bajo la ley de Cristo, Gracia, Nuevo Testamento o Pacto; no se bautiza en agua (bautismo que correspondió a Juan y para con los israelitas), sino en Espíritu Santo; no se tiene denominación alguna, porque no hay bajo el cielo otro nombre que el de Jesucristo dado a los hombres; no se tiene por día de reposo ni al sábado, ni al domingo, sino que se juzga a todos los días por igual, haciendo el bien y en adoración a Dios, en Espíritu y en Verdad; no se ayuna absteniéndose de alimentos, ni se come un trozo de pan y se bebe un poco de vino en memoria de Él de vez en cuando, sino que teniendo al esposo con nosotros todos los días, se come y se bebe de Él continuamente por medio de su Palabra.

Podríamos seguir citando “Buenas Nuevas”, pero para ello está el evangelio verdadero y completo de Cristo

Estimado lector, tú que dices amar a Dios y pertenecer a su Iglesia, ¿anuncias o predicas este evangelio?   O ¿sigues engañando y siendo engañado por la religión o secta a la que asistes, eres miembro o perteneces?

Escudriñáis las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan el testimonio de Jesús (esto es, del evangelio verdadero, según el evangelio de Juan capítulo 5 versículo 39).

Recuerda:

Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Más no vayáis en pos de ellos. Es necesario que este evangelio del reino, sea predicado antes en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; Y ENTONCES VENDRÁ EL FIN (Lucas 21:8 y Mateo 24:14, Marcos 13:10).


¿Qué esperas? de ti depende. Sal de la religión o secta y únete a Su Iglesia para anunciar el verdadero EVANGELIO DE CRISTO y cuando este evangelio sea predicado por todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, entonces y sólo entonces, podrá venir Cristo y el fin del siglo.

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