¿POR QUÉ NO SE DEBE PRACTICAR EL LAVATORIO DE PIES?
Como ocurre con algunas
otras cosas que se han mal interpretado en las Escrituras, de igual manera
ocurre con un evento que muchos grupos religiosos practican. Nos referimos al
lavatorio de pies. Queremos dar en esta ocasión algunas razones por las que no se
debe practicar este rito.
El lavar los pies era una
costumbre muy conocida desde la antigüedad. Hay que tener en cuenta, que el
calzado que se usaba en aquel entonces era muy precario y los caminos
igualmente, esto es, muy polvorientos y barrosos, por lo que si uno después de
haberse lavado el cuerpo entero, se tenía que desplazar a otro lugar, los pies
se volvían a ensuciar, siendo necesario el volverlos a lavar. Así pues, podemos
decir que era una costumbre por necesidad o necesaria. Jesús en el ejemplo que
nos dio en relación al servicio en Juan capítulo 13, versículo 10, dijo:
El que está lavado, no
necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio.
Confirmando así esto que
venimos explicando y que es de lógica. He aquí algunos ejemplos.
Antiguo Pacto.
Y alzó sus ojos y miró, y he
aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de
la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si
ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Que se traiga ahora un poco
de agua, y lavad vuestros pies. (Génesis 18:2-6)
Llegaron, pues, los dos
ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de
Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os
hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y
seguiréis vuestro camino. (Génesis 19: 1-2)
Le dijo: Ven, bendito de
Jehová; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los
camellos. Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les
dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y
los pies de los hombres que con él venían. (Génesis 24:31-33)
Él les respondió: Paz a
vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro
en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos. Y
llevó aquel varón a los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus
pies. (Génesis 43:24)
Y los siervos de David
vinieron a Abigail en Carmel, y hablaron con ella, diciendo: David nos ha
enviado a ti, para tomarte por su mujer. Y ella se levantó e inclinó su rostro
a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será
una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor. (1 Samuel 25:40 y
41)
Después dijo David a Urías:
Desciende a tu casa, y lava tus pies. (2 Samuel 11:8)
Nuevo Pacto
Y vuelto a la mujer, dijo a
Simón:¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas
ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
(Lucas 7:44)
Y cuando cenaban, como el
diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le
entregase, sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las
manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se
quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un
lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la
toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro;
y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo
que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. Pedro le
dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no
tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino
también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita
sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque
no todos. Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios
todos. Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a
la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y
Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he
lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los
otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros
también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su
señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas,
bienaventurados seréis si las hiciereis. (Juan 13:2-17)
Sea puesta en la lista sólo
la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que
tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la
hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos;
si ha practicado toda buena obra. (1 Timoteo 5:9-10)
No podemos tomar de manera
literal muchas enseñanzas de Jesús. He aquí algunos ejemplos:
Oísteis que fue dicho: No
cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te
es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno
de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano
derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se
pierda uno de tus miembros y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
(Mateo 5:27-30)
Y decía a todos: Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
(Lucas 9:23)
Jesús le dijo: Deja que los
muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. (Lucas
9:60)
El que come mi carne y bebe
mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. (Juan
6:54)
Jesús al decir: Pues si yo,
el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros
los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado,
para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis, no es su intención dar
una orden o mandato que debe hacerse en sentido físico o literal. El siempre
utiliza algunos elementos materiales para representar una realidad más
profunda, que vaya más allá de un simple acto. Jesús lo que quiso enseñar en
esencia es que sus discípulos debemos
tener el espíritu de servicio. Que debemos dar el ejemplo de servir. Que
tenemos que tener nosotros la iniciativa y no esperar a que nos sirvan. Y para
eso el utilizo este ejemplo que era tan común en aquella época. Por eso mismo
también Pablo habla de uno de los requisitos de la viuda para poderla tener en
cuenta para su manutención en la iglesia si no tuviese quien por ella. Debía
haber lavado los pies de los santos. Pero no como un rito o ceremonia, como
muchos lo hacen hoy, sino como un gesto de servicio para aquellos con quien
practicaba la hospitalidad.
Jesús en muchas ocasiones
enseño sobre la humildad y el servicio a sus discípulos que es también lo que
quiso enfatizar con el acto de lavarles los pies. He aquí un ejemplo.
Hubo también entre ellos una
disputa sobre quién de ellos sería el mayor. Pero él les dijo: Los reyes de las
naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son
llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros
como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor,
el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa?
Más yo estoy entre vosotros como el que sirve. (Lucas 22.24-27)
Queremos resumir diciendo:
que es totalmente falso el que Dios o el Señor haya instituido como mandamiento
el lavatorio de pies. A diferencia de aquella época, hoy, después de habernos
lavado todo el cuerpo y nos tenemos que desplazar, nuestros pies como el resto
de nuestro cuerpo sigue estando limpio, no teniendo necesidad alguna de
volvérnoslo a lavar como en aquel entonces.
Me parece perfecto.
ResponderEliminarEl lavatorio de pies era una costumbre judia de características higiénicas. Pero el lavatorio de pies que hizo Jesús con sus discípulos, fue una ceremonia religiosa de carácter de segesión, humildad, recordaando que siempre debemos estar humillados ante Dios. No es una costumbre, es una acto de humillación.
ResponderEliminarAnónimo, eso que dices, no lo dice la Escritura, "lo de ceremonia religiosa de carácter de segesión".
EliminarWow que mal están queriendo ser sabios se hicieron necios
ResponderEliminarSi no lo hacen no tienen parte con el señor
ResponderEliminarJesus es lo mismo con la Santa Cena y eso se practica en la Iglesias presentes.
ResponderEliminarY de la boca de Jesús salió ese mandató sabiendo que hoy en el presente usamos zapatos cerrados. Yo elijo obedecer la palabra de Dios que obedecer a interpretación humanas. Que será lo peor para mi que el lo esperará de mi como Pastora y no lo hice o que no tenía que hacerlo pero lo hice.
Pastora dices, sabes que ese ministerio solo esta dirigido a los varones, una mujer no puede enseñar en la congregación de los santos.
EliminarVe....pues
EliminarEl ir más allá, es tan malo como quedarse....Claramente se entiende en la palabra NO tienes parte Con CRISTO..
ResponderEliminar