La Ley y los Profetas
Jesús dijo:
No penséis que he venido
para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para dar
cumplimiento. Mateo 5:17
En la lectura de este texto
no debiera haber ninguna dificultad de interpretación. El texto dice claramente
que Jesús no vino para abrogar la ley o los profetas, sino para completarla o
darle cumplimiento. Ahora bien ¿quiere decir esto que Jesús no abrogó la ley?
Las mayorías de las
religiones o sectas, por no decir todas, enseñan que Jesús, en esta
declaración, al decir que no vino para abrogarla, la está confirmando para que
se siga guardando y, de la misma manera que Él la cumplió, nosotros también
debemos cumplirla.
Si analizamos el texto, no
está diciendo que no la haya abrogado, sino que no vino para ello, que es muy
diferente. De ahí, que analizando este texto solamente, no podemos ni debemos
afirmar o enseñar que Jesús dijera que no abrogó la ley.
Les vamos a poner algunos
ejemplos:
Jesús dijo también:
Como el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para servir,… Mateo 20: 28
Al igual que en Mateo 5: 17,
el texto dice que no vino para ser servido, sino para servir, pero ¿está
diciendo que no se le sirvió o que no hay que servirle? Veremos algunos textos
en relación a esto.
Vino Jesús a casa de Pedro,
y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella
se levantó, y les servía. Mateo 8: 14
y 15
Si alguno me sirve, sígame;
y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere,
mi Padre le honrará. Juan 12: 26
Todos sabemos que, si bien
Jesús no vino para ser servido, si fue servido y nos enseña que le sirvamos.
Debemos entender que el hecho de decir “no he venido para” no quiere decir que
no lo haya hecho.
Otro ejemplo, Jesús dijo:
No penséis que he venido
para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Mateo 10: 34
He aquí otro texto que
evidencia o confirma lo que venimos aclarando. El “no penséis que he venido
para” no dice que no se diera u ocurriera aquello para lo que no había venido,
sino que, como podemos ver, si que se dio u ocurrió.
Jesús dijo:
La Paz os dejo, mi Paz os
doy; yo no os la doy como el mundo la da. Juan 14: 27
Pues bien, la forma de saber
si algo se dio u ocurrió es investigando el contexto con sus hechos. Como
estamos demostrando en este pequeño estudio.
Un último ejemplo, Jesús
dijo:
Porque el Hijo del Hombre no
ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Lucas 9: 56
Sabemos que no fue el
propósito de su venida ni su deseo el que se pierdan las almas, pero cierto es
que por su venida muchas almas de los hombres se pierden por no creer en Cristo.
Porque por ahí andan muchos,
de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son
enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición… Filipenses 3: 18 y 19
Creemos que es más que
suficiente para que cualquier persona
entienda que esto es así, y no porque nosotros lo digamos, sino porque
corresponde a la verdad y a una correcta interpretación y comprensión del
texto.
Las religiones o sectas con
sus respectivos líderes: pastores, maestros, sacerdotes, elderes o como les
quieran llamar, se oponen radicalmente a aceptar dicha verdad según la Santa
Palabra. Claro que, admitir dicha verdad echaría por tierra sus fundamentos
basados, en gran medida, en la ley y los profetas (además mal interpretados por
estos), por los cuales obtienen títulos, halagos humanos, poderes y, como
consecuencia de ello, bienes y dinero, es decir, un futuro próspero y
acomodado.
Para dejar esto que venimos
enseñando mucho más claro y de tal manera que ninguno de estos falsos maestros
quede indiferente ante esta gran verdad, vamos analizar el texto que sigue al
de Mateo, capítulo 5, versículo 17, o sea, el 18, donde Jesús añadió diciendo:
Porque de cierto os digo que
hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la
ley, hasta que todo se haya cumplido.
Con este texto ocurre lo
mismo, los religiosos o sectarios lo tuercen por su ceguera espiritual, por no
haber entendido o no querer entender que Jesús en ningún momento estaba
diciendo que no había abrogado la ley con su venida. Es más, este texto aclara
y afirma que la ley sí que pasaría, es decir, dejaría de ser.
Jesús dice que “ni una jota
ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. La verdad es
que nos cuesta explicar algo cuando el texto es tan elocuente. El “hasta que”
indica claramente que una vez se haya cumplido con todo, sí que la ley y los
profetas pasarían. Así pues, si en el versículo 17, no podíamos por el mismo
texto afirmar esto, ahora en este versículo 18, sí que podemos decir que Jesús
fue el cumplimiento de la ley y los profetas, quedando estos abrogados o
abolidos.
El “os digo que hasta que
pasen el cielo y la tierra” puede confundir un poco, pero no debiera ser así,
puesto que esto significa, que antes pasaría el cielo y la tierra a que no se
cumpliese la ley y todos los profetas, es decir, en Cristo se cumpliría la ley
y los profetas, sí o sí, y nada ni nadie lo iba a poder impedir.
Seguidamente vamos a leer el
texto completo de Mateo 5: 17 y 18, según la traducción directa del griego por
Francisco Lacueva (interlineal) y que nos ayudará a entenderlo mejor:
No penséis que vine a
destruir la ley o los profetas; no vine a destruir, sino a completar. Porque de
cierto os digo que hasta que pase el cielo y la tierra, ni una sola jota o una
sola tilde jamás pasará de la ley, hasta que todas las cosas se realicen.
Así pues, el “hasta que”
indica que, una vez acontecido o realizado,
sí que pasarían. A su vez el “hasta que” señala un antes y un después.
Por lo tanto, si Cristo es el cumplimiento de la ley y los profetas, éstos
pasaron. La Palabra de Dios, que no miente, así nos lo enseña.
Jesús dice:
Porque todos los profetas y
la ley profetizaron hasta Juan. Mateo
11: 13
Pablo dijo:
Porque el fin de la ley es
Cristo. Romanos 10: 4
Estaba profetizado que Dios
haría un nuevo pacto, como podemos ver en Jeremías 31: 31 al 33, donde dice:
He aquí que vienen días, dice
Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de
Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para
sacarlos de la tierra de Egipto; porque
ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice
Jehová. Pero este es el pacto que haré
con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su
mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me
serán por pueblo.
Pero ahora estamos libres de
la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que
sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la
letra. Romanos 7: 6
De manera que la ley ha sido
nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la
fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo. Gálatas 3: 24 y 25
Las religiones o sectas
llámense católica, evangélica, testigos de Jehová, mormona, adventista, etc.,
se empeñan en grabar con tinta la ley de Moisés (ministerio de condenación) en
catecismos, libros de doctrinas o discipulado para enseñarlo a los hombres,
predican la circuncisión (la ley) aunque son tan hipócritas que no se
circuncidan, cuando dicho ministerio de condenación fue para el pueblo de
Israel y solo hasta Juan el Bautista. Es más en Gálatas 5, versículos 1 y 4,
nos enseña que:
Estad, pues, firmes en la
libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujeto al yugo de
la esclavitud. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la
Gracia habéis caído.
No nos cansamos de decir que
vivir o practicar la ley va en contra de Cristo, no pudiendo ser justificado en
el día del juicio por Él.
Y que por la ley ninguno se
justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la
ley no es de fe, sino que dice: El que hiciera estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición. Gálatas 3: 11 y 13
No se deje engañar más por
aquellos que quieren esclavizarlo (a)
con la ley o primer pacto, cuando Cristo pagó con su sangre para libertar a su
pueblo israelita de ella y, a nosotros los gentiles de alguna manera también,
al no imponérnosla. Éstos, los religiosos o sectarios, sí que nos imponen entre
otras cosas el diezmar, el celebrar fiestas, guardar un día de reposo, tener
ordenanzas de culto, ayunos, llevar velo, bautizarnos con el bautismo de Juan
en agua, a hacer diferencias entre las personas (jerarquía), cosas que pertenecieron
al pacto de Dios con Israel, a costumbres, tradiciones o mandamientos de
hombres que en Cristo fueron todos ellos abrogados o quitados.
¿Dónde y cuándo dijo o
enseñó el Maestro que la religión o Iglesia verdadera fuera la católica
apostólica romana, la evangélica, testigos de Jehová, mormona, adventista,
etc., etc.?
Hay que salir de todas estas
religiones o sectas que son obras de hombres y que están en contra de Cristo y
de todos los que amamos la verdad.
Para terminar, queremos
recordar que el nuevo pacto está lleno de textos que avalan que Jesucristo
abrogó o abolió la ley del primer pacto que le fue dado a Israel. Los gentiles
nada tuvimos que ver con ello y mucho menos si nacimos después de Cristo.
Recuerde, Jesús dijo:
No penséis que he venido
para abrogar (abolir) la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino
para dar cumplimiento. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y
la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya
cumplido.
Jesús en este texto dijo,
que la ley o los profetas fueron abolidos con su cumplimiento, aunque no fue la
causa principal de su venida, como además lo avala todo el nuevo o segundo
pacto.
Hebreos 10
ResponderEliminar16 Éste es el pacto que haré con ellos
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones,
Y en sus mentes las escribiré,
Salmos 119
1
Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;
Santa Biblia Reina Valera 1960 - Hebreos 10
16 Éste es el pacto que haré con ellos
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones,
Y en sus mentes las escribiré,
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