LA VERDAD SOBRE EL PAPA
“Título reservado en
Occidente desde el siglo XI al obispo de Roma, que tiene la potestad plena y suprema
de gobierno y magisterio sobre la Iglesia universal. Como obispo de Roma y
sucesor legítimo de san Pedro, el papa
hereda el primado de estricta y verdadera jurisdicción que Cristo confirió al
Príncipe de los Apóstoles (san Pedro). El Concilio Vaticano 1º definió que Cristo confirió el primado de
jurisdicción sobre la Iglesia a Pedro. Cristo prometió a Pedro el primado
cuando en respuesta a la confesión de fe del apóstol dijo: “Tú eres Pedro y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia… A ti te daré las llaves del reino de
los cielos…”, expresiones que significan la suprema potestad de jurisdicción
sobre la Iglesia toda (Mateo. 16, 13-19). Cristo cumplió su promesa después de
su resurrección, dirigiéndose a Pedro solo, lo constituyó pastor supremo de todos
los cristianos (Juan 21:15-17). Pedro entendió claramente lo que las palabras
de Cristo implicaban e inmediatamente después de la Ascensión del Señor tomó el
mando efectivo de la comunidad… El
magisterio ex cathedra del papa es infalible. El papa es el juez y legislador
de la Iglesia.”
Respuesta a la luz de las
Escrituras:
La palabra “papa” no aparece en ninguna parte de las Escrituras y significa padre. La Iglesia Católica llama
papa al sumo pontífice y a los sacerdotes padre. De la misma manera, estos
enseñan a los feligreses que así los llamen. Llamarse y querer ser llamado“padre” va en contra de lo enseñado por Dios. Jesús dice:
No llaméis a nadie padre
vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el que está en el
cielo. Mateo 23:9
Todo esto que se enseña es
pura invención de la Iglesia Católica Romana. Cristo no confirió a ningún
hombre, la potestad plena y suprema de gobierno y magisterio sobre la Iglesia
universal. Tampoco se enseña en el Nuevo Testamento, que Pedro haya sido escogido
de entre los doce discípulos para ser el “papa” y que, después de su muerte,
ocupase otro su lugar y así sucesivamente. Decir y enseñar que Cristo le
confirió el primado de jurisdicción sobre toda la Iglesia es totalmente falso,
yendo en contra de sus principios y enseñanzas. Usar Mateo 16:13-19, para
avalar todo esto es pura demagogia o estratagema de hombre, no teniendo en
cuenta todo el contexto de la Gracia o ley de Cristo. De la misma manera que
hacen con Juan 21:15-17, para decir que Cristo cumplió su promesa dirigiéndose
a Pedro sólo, constituyéndolo pastor supremo de todos los cristianos. ¡Qué
barbaridad! Para nada dice la Palabra que Pedro tomase el mando efectivo de la
comunidad, cosa que de ninguna manera ocurrió. Dios enseña a lo largo de todo
su Pacto que ningún hombre es infalible y, mucho menos, que un hombre sea juez
y legislador de la Iglesia, siendo todos los hombres falibles y pecadores,
necesitándole a Él todos por igual. Escudriñaremos lo que el evangelio de Mateo
16, versículos del 15 al 18, dice:
“Y vosotros ¿quién decís que
soy yo?” Simón Pedro contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”.
Replicando Jesús le dijo: “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no
te ha revelado esto carne ni la sangre, sino mi padre que está en los cielos. Y
yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia.
Jesús preguntó a todos sus
discípulos “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?”, y no sólo a Pedro. A lo que
uno de ellos, en este caso Pedro, respondió que Jesús era el Cristo, el Hijo
del Dios vivo. Podía haber sido Juan o Andrés o Jacobo o cualquier otro, pero
en este caso fue Pedro el que respondió correctamente, diciéndole Jesús que era
bienaventurado porque eso se lo había revelado su Padre que está en los cielos.
Si esa respuesta se la hubiese dado otro antes que Pedro, tampoco habría pasado
nada anormal. Dios no hace injusticia, ni acepción de personas como nosotros
los seres humanos, esto lo deja bien claro en su Palabra:
Porque no hay acepción de
personas para con Dios. Romanos 2:11
Mas el que hace injusticia,
recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas. Colosenses 3:25
Cuando Jesús dijo tu eres
Pedro (nombre griego y que significa piedra), y sobre esta roca (en otras versiones
erróneamente traducida piedra) edificaré mi Iglesia, se estaba refiriendo
naturalmente a Él como roca, sobre quién verdaderamente está edificada su
Iglesia, esto es, la roca sobre la que
está fundada la Iglesia es Cristo y en ningún hombre, apóstol o discípulo. Todo
el nuevo testamento habla de ello, por ejemplo: En el Nuevo Testamento que ya
desde el Antiguo Testamento Cristo es manifestado como la roca.
Y todos bebieron la misma
bebida espiritual que les seguí; y la roca era Cristo. 1ª Cor.10:4
Cristo es el fundamento o
los cimientos de la Iglesia, o sea sobre la que esta edificada o fundada.
Pues nadie puede poner otro
cimiento (fundamento) que el que ya está puesto. Jesucristo. 1ª Cor. 3:11
Jesús enseña que hay que hacer lo que Él nos dice, y la
Iglesia debe estar edificada sobre la roca que es Cristo.
¿Por qué me llamáis, Señor,
Señor y no hacéis lo que digo? Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las
ponga en práctica, os voy a mostrar a quién es semejante: Es semejante a un
hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre
roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa,
pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Lucas 6: 46-48
Jesucristo, como vemos
claramente, es la roca sobre la que debe estar edificada la casa o su casa, la
cual casa somos nosotros (1ª Tim.3:15, Hebr.3:6), su Iglesia, y no en ningún
hombre. ¿Cómo sabemos que estamos como casa edificados sobre Él, esto es, sobre
la roca? Pues como nos dice en su pregunta; haciendo lo que Él nos dice o
guardando su Palabra. En todo este contexto no cabe Pedro, ni ningún otro como
roca. Pedro lo que enseñaba hacer era lo que Jesús había dicho, como todos los
demás discípulos. Además las Escrituras nos enseñan que Cristo es la piedra
angular, es decir la principal piedra.
Y Jesús dijo: “¿No habéis
leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en
piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso
a nuestros ojos? Y el
que cayere sobre esta piedra se destrozará, y a aquel sobre quien cayere, le
aplastará. Mateo 21:42 y 44
Jesús, sin duda alguna, es
esta roca sobre la que edificaré mi Iglesia. El mismo Pedro, para que no exista
el mínimo resquicio de confusión, da fe de ello, indicando a Jesucristo como la
única piedra y roca colocada por Dios, sobre la que está edificada su Iglesia,
diciéndonos claramente lo siguiente:
Acercándonos a Él, piedra
viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también
vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio
espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales,
aceptos a Dios por mediación de Jesucristo. Pues está en la Escritura: He aquí
que coloco en Sión una piedra angular, elegida, preciosa y el que crea en ella
no será confundido. Para vosotros, pues, creyentes, el honor; pero para los
incrédulos, la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha
convertido, en piedra de tropiezo y roca de escándalo. 1ª Pedro 2:4-8
En Cristo Jesús todos sus
hijos somos piedras vivas de ese edificio espiritual del cual Él es la
principal piedra, esto es, todos, incluido Pedro, o igual que Pedro, somos
piedras y la única Piedra que está por encima de las demás, siendo la piedra
angular o principal, es Cristo. Jesús nos enseña comparando a Su Iglesia con un
edificio, que cada miembro de Su Iglesia es una piedra de su edificio, no
haciendo acepción de personas.
En la carta de Pablo a los Efesios, en el capítulo
2, versículos del 19 al 22 dice:
Así que ya no sois
extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la
familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas
(como hemos visto el fundamento es Cristo, 1ª Corintios 3:11), siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio (todo
el cuerpo o iglesia) bien conjuntado, va creciendo para ser un templo santo en
el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de
Dios en el Espíritu.
Esto no tiene otra
interpretación verdadera, sino que somos edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas que no es otro que Jesucristo, siendo Él mismo la
principal piedra, en quien todo el cuerpo o edificio unido va creciendo para
morada o casa de Dios.
Este texto que a
continuación vamos a ver, es el texto clave para entender, que la máxima
autoridad, Jesús se la ha otorgado a Su Iglesia y no a un sólo hombre. Jesús
dice en Mateo 18:15-18 lo siguiente:
Por tanto, si tu hermano
peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado
a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en
boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo
a la Iglesia; y si no oyere a la Iglesia, tenle por gentil y publicano. De
cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y
todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
En Juan capítulo 21,
versículos del 15 al 17, se basa la iglesia Católica para decir que Pedro fue
constituido por Cristo pastor supremo de todos los cristianos. En este capítulo
se narra lo siguiente:
Cuando hubieron comido,
Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El dijo: Apacienta mis corderos.
Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le
dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció que
le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo: tú
sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
En este relato no se dice,
ni se da a entender que Jesucristo constituyese a Pedro pastor supremo de todos
los cristianos. Tal afirmación es totalmente falsa. De nuevo hemos de decir que
esta pregunta se la podía haber realizado a cualquier otro discípulo, de hecho
es una pregunta que Jesús nos hace a cada discípulo, esto es, llamemos no
Pedro, Pablo, Edgar, Jacobo, Juan, Rudy, etc. Diciéndonos Él, que si le amamos
apacentemos y pastoreemos sus ovejas. Jesús en este nuevo ministerio de su
Gracia, nos constituye a todos ministros suyos, siendo todos llamados por Él a
servirle, apacentando y pastoreando en su nombre. Efesios 4:11-16 dice:
Y él mismo constituyó a
unos, apóstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo, hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento
de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas
las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
En estos versículos está
perfectamente aclarado el espíritu de todo lo que venimos diciendo y que va de
acuerdo a todo el contexto del Nuevo Pacto. Jesucristo constituye a sus
ministros para la edificación de su Iglesia, para que crezcamos en Él, que es
la cabeza de la Iglesia, de quien todo el cuerpo (incluye a todos sus siervos,
esto es, apóstoles, profetas, etc.) concertado, unido por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad de cada miembro, no es esto último a lo que
se refiere Jesús dirigiéndose a Pedro y a todos sus ministros, cuando le dijo
apacienta o pastorea mis ovejas? Claro que sí. Hay un contexto amplísimo que lo
avala, pero, sin en cambio, ni un sólo texto que diga o avale que Pedro, o
cualquier otro hombre, sea el pastor supremo de todos los cristianos. El papado
como todas las enseñanzas Católicas, son, como leímos en estos versículos
anteriores de Efesios: todo tipo de doctrinas, por estratagemas de hombres que
para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Pero que si
investigamos las Escrituras dejaremos de ser como esos niños fluctuantes,
llevados por doquiera. Sólo Jesucristo es el GRAN PASTOR o el PRÍNCIPE DE LOS
PASTORES como nos enseña su Palabra, la única infalible, la única ex cathedra
(como lo denomina la Iglesia Católica) y, si no, veamos de nuevo lo que nos
dice Su Palabra a través del mismísimo Pedro:
Porque vosotros erais como
ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al PASTOR y OBISPO de vuestras
almas. Y cuando aparezca el PRÍNCIPE de los pastores, vosotros recibiréis la
corona incorruptible de gloria. 1ª Pedro 2:25 y 5:4
O también el apóstol Pablo
en Hebreos 13:20 diciendo:
Y el Dios de paz que
resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el GRAN PASTOR de las
ovejas, por la sangre del pacto eterno.
La iglesia Católica enseña
también que el papa, como sucesor de Pedro, es la cabeza de la Iglesia.
Concretamente el sacerdote. P. Flaviano Amatulli dice en su tercera edición del
libro DIÁLOGO CON LOS PROTESTANTES, página 18 lo siguiente: “La Iglesia es
inseparable de Cristo, porque Él mismo la fundó sobre los doce apóstoles,
poniendo a Pedro como cabeza” (Juan 21:15-17). No nos queda otro remedio que
decir de nuevo, que enseñar esto es una aberración más. Las Sagradas Escrituras
deja clarísimamente que la única cabeza que tiene la Iglesia es Cristo y Cristo
no puso a ningún hombre por cabeza. Seguidamente veremos algunos textos que no
dejan la menor duda:
Y Él (Cristo) es la cabeza
del cuerpo que es la Iglesia. Colosenses
1:18
Y vosotros estáis completos
en Él (Cristo), que es la cabeza de todo principado y potestad. Colosenses 2:10
Y sometió todas las cosas
bajo sus pies, y lo dio por cabeza
(Cristo) sobre todas las cosas a la Iglesia. Efesios 1:22
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