LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
El problema básico o
fundamental de todas las religiones o sectas, mal llamadas a sí mismas
cristianas, es el de estar aun viviendo
o practicando en parte el Antiguo Pacto, esto es, la ley de Moisés y los
profetas. Es asombroso cómo siendo esto una realidad palpable, la gran mayoría
de ellas no lo quieren reconocer o admitir. Una de dichas religiones o sectas
son los a sí mismo llamados “Testigos de
Jehová”.
Todas las religiones o
sectas, llámese Católica Apostólica Romana, Evangélica, Mormones, Testigos de
Jehová, etc., etc., se sienten ofendidos cuando se les llaman “sectas”. Pero,
si por secta entendemos correctamente
que es el conjunto de personas que siguen una doctrina diferente a la aceptada
por la Iglesia fundadora o verdadera, no deberían de sentirse ofendidos, sino
deberían de indagar en las Sagradas Escrituras y comprobar que, como bien
define la palabra secta, tienen doctrinas diferentes y están fuera de la
Verdad, que no es otra que Jesucristo.
Jesucristo en su Palabra nos
enseñó diciéndonos:
“Yo soy el Camino, la Verdad
y la Vida”. Juan 14:6
Como ya hicimos referencia
anteriormente, los Testigos de Jehová forman parte de esas sectas que se basan
mucho o más en el Antiguo o Primer Pacto, que en el Nuevo o Segundo Pacto, yendo así en contra de lo
establecido por el Maestro. Esto vamos a demostrarlo, como es nuestro deber,
poniendo algunas doctrinas suyas a la luz de las doctrinas o enseñanzas de
Cristo, que seguidamente vamos a exponer utilizando para ello “La Traducción
del Nuevo Mundo” de los Testigos de Jehová:
El nombre de “Los Testigos de Jehová”
Este nombre lo han tomado,
como es natural, del Antiguo Testamento. Concretamente del libro de Isaías,
capítulo 43, versículo 10 y también del capítulo 44, versículo 8, donde dijo
Jehová:
“Ustedes son mis testigos,
es la expresión de Jehová, aun mi siervo a quien he escogido, para que sepan y
tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el mismo. Antes de mí no fue
formado Dios alguno, y después de mí continuó sin que lo hubiese”.
“No estén ustedes en pavor,
y no se atolondren. ¿No he hecho yo que desde aquel tiempo en adelante tú
individualmente oigas y no he anunciado? Y ustedes son mis testigos. ¿Existe
Dios fuera de mí? No, no hay roca. No he reconocido a ninguno”.
Es muy triste y lamentable
que, los seguidores de dicha secta, no se den cuenta por el contexto o la suma
de la Palabra, que dichas palabras iban dirigidas a los Israelitas, o sea, al
pueblo que Dios escogió y con quien hizo ese Primer Pacto para que fuesen
Testigos Suyos, esto es, Testigos de Jehová, evidentemente no como denominación.
Los verdaderos Testigos de Jehová son aquellos que pertenecieron al pueblo de
Israel y a quienes Jehová Dios les confirió la ley de Moisés para que la
guardasen, claro está, hasta Juan el Bautista, quedando después anticuado,
envejecido y desvaneciéndose con la venida de nuestro Mesías o Salvador
Jesucristo.
Porque todos, los profetas y
la Ley, profetizaron hasta Juan. Mateo
11:13
Al decir “un nuevo pacto”
ha hecho anticuado al anterior. Ahora bien, lo que se hace anticuado y envejece
está próximo a desvanecerse (desaparecer).
Hebreos 8:13
El nombre de “Jehová” se lo
dio Dios a Moisés a petición de éste (ver Éxodo 3) para que fuese a su pueblo,
esto es, a los hijos de Israel diciéndoles:
“Esto es lo que habrás de
decir a los hijos de Israel: Jehová el Dios de sus antepasados, el Dios de
Abrahán, el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre hasta
tiempo indefinido, y este es el memorial de mí a generación tras
generación” Éxodo 3:15
Concretamos pues, que el
nombre de “testigos de Jehová” no fue nunca dado como una referencia
denominacional o religiosa, sino como el resultado de un pueblo fiel a los
mandatos de Dios, para testimonio a todas las naciones. El nombre de Jehová fue
dado por Dios al pueblo de Israel y no a los gentiles, sino para testimonio a
los gentiles, que es muy diferente. Entendiendo que Dios dio el nombre de
Jehová a su pueblo, para manifestación o testimonio a todas las naciones hasta
Juan el Bautista (último profeta hombre del A. Testamento o Pacto), una vez
llegado Cristo:
“No hay salvación en ningún
otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los
hombres mediante el cual tengamos que ser salvos”. Hechos 4:12
Es debido a este Nuevo y
glorioso Pacto de Dios en Jesucristo, que no aparece en todo el Nuevo
Testamento, ni tan sólo una vez, el nombre Jehová. La Biblia que poseen los
Testigos de Jehová (secta) tiene adulterada la palabra griega θϵού, que equivale
a la española Dios, habiéndola cambiado por la de Jehová (Mateo 4:4 y demás), e
igualmente la palabra griega Кύριον, que equivale a la española Señor por la de
Jehová (Mateo 4:7 y demás). Para verificar esto, tan solamente debemos recurrir
al Interlineal griego – español y comprobarlo.
Tampoco encontraremos en
todo el Nuevo Pacto, que debemos ser, o que somos llamados a ser, como ocurrió
con el pueblo de Israel, testigos de Jehová. Porque en el Nuevo Pacto, Dios ha
reconciliado a toda la humanidad en un sólo pueblo por medio de Jesucristo.
Por lo tanto sigan
recordando que en otro tiempo ustedes eran gentes de las naciones en cuanto a
la carne; “incircuncisión” eran llamados por lo que se llama “circuncisión”
hecha en la carne con mano. Ustedes que estaban en aquel mismo tiempo sin
Cristo, alejados Dios en el mundo. Pero ahora en unión con Cristo Jesús ustedes
que en un tiempo estaban lejos han venido a estar cerca por la sangre del
Cristo. Porque él (Cristo) es nuestra paz, el que hizo de los dos grupos uno
solo y destruyó el muro de en medio que como una cerca los separaba. Por medio
de su carne abolió la enemistad, la Ley de mandamientos que consistía en
decretos, para crear de los dos pueblos en unión consigo mismo un solo hombre
nuevo y hacer la paz; y para reconciliar plenamente con Dios a ambos pueblos en
un solo cuerpo por medio del madero de tormento, porque había matado la
enemistad por medio de sí mismo. Efesios 2:11-16
Ahora, esto es, con la
venida de Cristo, tanto el pueblo Israelita como los demás pueblos, somos
llamados a la reconciliación, y juntos seguir y servir a Jesucristo. Ya No hay judío ni griego, no
hay ni esclavo ni libre, no hay ni macho ni hembra; porque todos ustedes son
uno en unión con Cristo Jesús. Gálatas 3:28
Y es a partir de este
momento en el que Jesucristo nos dijo y nos sigue diciendo que:
Recibiremos poder cuando el
Espíritu Santo llegue sobre ustedes, Y SERÁN TESTIGOS DE MÍ tanto en Jerusalén
como en toda Judea y en Samaria y HASTA LA PARTE MÁS LEJANA DE LA TIERRA. Hechos 1:8
No hay ninguno de los a sí
mismos llamados Testigos de Jehová (secta), que pueda refutar o contradecir
esto que venimos enseñando con las Sagradas Escrituras. En el Nuevo Testamento
queda bien claro, que, de quien debemos ser testigos es de Jesucristo, pero
nunca como denominación u organización humana, sino como resultado de un nuevo
nacimiento por la fe en Cristo Jesús.
Jesucristo, nuestro Maestro,
nunca nos enseñó llamar a Dios, Jehová, sino, Padre (Mateo 6:9), tal y como Él
hacía, enseñándonos siempre según este principio:
Porque yo (Jesús) les puse
el modelo, que, así como yo hice con ustedes, ustedes también deben hacerlo.
Juan 13:15
Haciendo obediencia a este
principio y deber cristiano, ninguno de sus discípulos o apóstoles llamaron a
Dios “Jehová”. ¿Qué hacen estas sectas o religiones enseñando a los hombres
llamar a Dios Jehová, adorar su nombre o a cantarle cánticos, según ellos, de
alabanza? Con qué claridad y certeza, Pablo, refiriéndose a todas estas cuestiones dijo:
“Pero sus facultades
perceptivas fueron embotadas. Porque hasta este día presente el mismo velo
permanece sin ser alzado durante la lectura del antiguo pacto, porque es
eliminado por medio de Cristo. De hecho, hasta el día de hoy cuando se lee a
Moisés, un velo está puesto sobre el corazón de ellos.” 2ª Corintios 3:14 y 15
Cierto es, que hasta este
día el velo permanece en ellos y cuando leen el Antiguo Pacto, les queda el
mismo velo no descubierto, el cual por Cristo debería haber sido quitado. No
hacen caso al Maestro, llamando a Dios Jehová, y no Padre. No tienen en cuenta
que Cristo nuestro Salvador, quien murió por nosotros, es el único nombre bajo
el cielo dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Y no, rendirle homenaje
como ellos adulterando las Escrituras enseñan, sino adorarle de acuerdo a la verdad
de su Palabra (ver los escritos griegos del Nuevo Testamento).
Podríamos seguir hablando de
muchas doctrinas más, que enseña la secta de los mal llamados “Testigos de
Jehová”, que van en contra de la sana doctrina o de Cristo. Muchas de ellas
podrán ver en nuestro blog:
https://permaneciendoenlaverdad.wordpress.com .
O también, a través de nuestro sitio web: doctrinasdecristo.blogspot.com y también por medio del programa de radio de permaneciendo en la Verdad en: www.radiomilagro.com
https://permaneciendoenlaverdad.wordpress.com .
O también, a través de nuestro sitio web: doctrinasdecristo.blogspot.com y también por medio del programa de radio de permaneciendo en la Verdad en: www.radiomilagro.com
Queremos recordar que
nuestra intención, no es el de causar daño a nadie, sino todo lo contrario,
ayudar a que se conozca la verdad para que sean libres, y unidos como Dios nos
manda, le sigamos y vivamos en él.
Estimados “Testigos de
Jehová”, no se dejen engañar más por los hombres (líderes, pastores,
superintendente, ancianos, etc.). Lean en este mismo blog o en: https://permaneciendoenlaverdad.wordpress.com el escrito: La falsa "traducción del nuevo mundo" de las santas Escrituras.
“Ustedes escudriñan las
Escrituras, porque piensan que por medio de ellas tendrán la vida eterna; y
éstas son las mismas que dan testimonio acerca de mí”. Juan 5:39
Soy testigo de Jehová y te puedo demostrar con tu propia Biblia las falacias que escribes, y por extensión todos tus errores consecuencia de tu pobre entendimiento Biblico.
ResponderEliminarBueno, lo tienes muy fácil, dinos qué no es verdad de lo que decimos en este escrito. Tienes la oportunidad de hacerlo aquí en el block. Toma una de nuestras afirmaciones y si puedes, que no podrás, arrebatala o refutala con las Sagradas Escrituras. Esperamos tu demostración. Un saludo en Cristo.
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