¿Cuál es el triunfo en el que puede gloriarse un hijo de Dios?

Muchos celebran “triunfos” y lo hacen para gloriarse o presumir. Hasta los autodenominados cristianos lo hacen. Celebran ganar un partido o campeonato de fútbol o cualquier deporte. Celebran graduarse de una carrera académica. Celebran un mejor empleo, una boda, un cumpleaños, un nuevo nacimiento, una casa nueva, un auto nuevo. Celebran el triunfo de su equipo favorito, etc, etc.

Todo esto es tan común y tradicional. Sin embargo para el verdadero discípulo de Cristo solo existe un triunfo. Aquel sobre el mayor enemigo. Los hijos de Dios lo han logrado por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, habiendo menospreciado sus vidas hasta la muerte (Apocalipsis 12:11).

Qué precioso, por medio de Cristo somos más que vencedores (Romanos 8:37). No tiene sentido ni razón celebrar nada más. Lo único importante es llegar a esa condición de morir a uno mismo y estar crucificado con Cristo (Gálatas 2:20).

Ese es el mayor triunfo y en Él (Cristo) podemos gloriarnos.

Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba (2 Corintios 10:17-18).

Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo (Gálatas 6:14).