LA VERDAD SOBRE EL HABLAR EN LENGUAS
La única mención que vemos
en los evangelios acerca de las lenguas, se encuentra en Marcos 16:17 donde
Jesús dijo:
“Y estas señales seguirán a
los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.”
Hechos de los Apóstoles
capítulo 2 versículos 3 y 4 dicen:
“Y se les aparecieron
lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron
todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que
hablasen.”
Es aquí donde se cumple la
profecía de Jesús que vimos en Marcos 16:17. Esas otras lenguas o nuevas
lenguas eran idiomas humanos, leamos los siguientes versículos.
Versículos 6-11 dicen:
“Y hecho este estruendo, se
juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su
propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son
galileos todos estos que hablan?¿Como, pues, les oímos nosotros hablar cada uno
en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que
habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en
Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y
romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les
oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.”
Así que, sin duda alguna, la
venida del Espíritu Santo, tuvo como señal el que hablaron en lenguas humanas
(idiomas contemporáneos), perfectamente reconocidos por los allí presentes.
Capítulo 10 versículos 44 al
46 dicen:
“Mientras aún hablaba Pedro
estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y
los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro, se quedaron atónitos
de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
Porque los oían hablar en lenguas, y que magnificaban a Dios.”
Aquí vemos que lo que les
pasó a los gentiles en casa de Cornelio, fue como cuando cayó el Espíritu Santo
sobre los de la circuncisión al principio, en el capítulo 11 versículo 15 dice:
“Y cuando comencé a hablar,
cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.”
Vemos claramente, que la
señal inequívoca que Dios dio al principio para saber que había venido sobre ellos el Espíritu Santo,
fueron lenguas humanas (idiomas contemporáneos), porque los oían que
magnificaban a Dios. No cabía ninguna opción de confusión o engaño. Personas de
la circuncisión al principio (Hech.2), como de la incircuncisión más tarde
(Hech. 10), cuando vino sobre ellos el Espíritu Santo, hablaron en lenguas
humanas, esto es, idiomas perfectamente reconocibles por todos los que estaban
presentes.
En el capítulo 19 de Hechos,
versículos del 1 al 7, vemos el último acontecimiento que aparece del hablar en
lenguas en este libro. Pablo vino a Éfeso,
y después de aclararle a ciertos discípulos con los que se encontró, que
el Espíritu Santo se recibía al creer en
el Señor Jesús, dice el versículo 6:
“Y habiéndole impuesto Pablo
las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y
profetizaban.”
En este pasaje no menciona
en qué idiomas hablaron, pero se sobre entiende que hablaron idiomas humanos,
pues si no, ¿cómo podrían saber que estaban hablando en lenguas?. Esto es
prácticamente todo lo que viene en el libro de Hechos de los Apóstoles.
La carta que le sigue a
Hechos de los Apóstoles según el orden bíblico es la de Pablo a los Romanos, y
aquí no aparece ningún evento acerca del don de lenguas.
Nos tenemos que ir a la
siguiente epístola, esto es, 1ª de Corintios y concretamente a los capítulos
12, 13 y 14 para conocer más acerca de dicho tema.
1ª Corintios capítulo
12 versículo 10 dice: “A otro, el hacer
milagros; a otro, profecía; a otro géneros (diferentes) de lenguas; y a otro,
interpretación de lenguas”.
En este versículo se incluye
las lenguas dentro de esos dones, que el Espíritu reparte a cada uno en
particular como Él quiere (vers. 11).
Este capítulo 12, lo termina
Pablo con el versículo 31 diciendo:
“Procurad, pues, los dones
mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.”
1ª Corintios capítulo 13: 1
dice: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser
como metal que resuena, o címbalo que retiñe”.
Así comienza este capítulo
13, versículo 1. Pablo terminó el capítulo 12 con el versículo 31 diciéndonos,
que él nos mostraría un camino aún más excelente. Esto es concretamente lo que
Pablo hace en este capítulo13, mostrarnos ese camino más excelente que es el
amor. Para ello Pablo lo hace de una manera magistral (hablaba inspirado por el
Espíritu Santo) una serie de supuestos, para que podamos entender la excelencia
del amor en relación con los dones.
Comienza con el versículo 1 que ya hemos citado, y continúa con el versículo 2
diciéndonos que sin el amor nada somos:
“Y si tuviese profecía,
ciencia,… y no tengo amor, nada soy”.
En el versículo 3 termina
estos supuestos diciendo:
“Y si repartiese todos mis
bienes para dar de comer a los pobres,… y no tengo amor, de nada me sirve”.
Es de una evidencia absoluta
que Pablo usa estos supuestos para decirnos que el amor es lo más importante en
todo lo que hagamos.
El versículo 8 dice:
“El amor nunca deja de ser;
pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”.
Así que, deja bien claro que
el amor del cual viene hablándonos, nunca dejaría de ser, pero las profecías se
acabarían y las lenguas cesarían. La pregunta inevitable es ¿cuándo ocurriría
esto?
En los versículos siguientes
del 9-12 lo responde. Concretamente en el versículo 10 dice:
“Más cuando venga lo
perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.”
Lo perfecto ya vino en
Cristo Jesús;
“Porque la ley constituyó
sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a
la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre” (Hebreos, 7:28).
El Profeta esperado que
había de venir, vino, (Deuter. 18:18, Juan 6:14, Hebr. 1 :1,2), y con Él su
palabra, esto es, la palabra profética más segura (2ª Pedro 1:19) a fin de que
el hombre de Dios sea perfecto (2ª Tim. 3:16, 17) por eso, todos los profetas y
la ley profetizarían hasta Juan (Mat. 11:13), y
de la misma manera las lenguas cesarían una vez que viniese lo perfecto.
Nuestro Maestro nos enseñó
una y otra vez, que la vida cristiana consiste en hacer su voluntad, esto es,
oír su palabra y dar frutos, andar como Él anduvo, etc, etc. Por eso, termina
el capítulo 13 de 1ª de Corintios en el versículo 13 diciendo:
“Y ahora permanecen la fe,
la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”.
Como podemos ver, las
lenguas no permanecen, pues la fe conlleva el creer sin ver.
“Porque por fe andamos, no por vista” (2ª Corintios 5:7).
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se
ve” (Hebr. 11:1).
Así que, el don de lenguas
(idiomas) como señal de que el Espíritu de Verdad, había venido (cumpliéndose la promesa). Tuvo
un tiempo de vigencia o de caducidad.
Lo siguiente que vemos sobre
las lenguas, lo encontramos en: 1ª Corintios capitulo 14. En el versículo 2,
Pablo confirma lo que hemos visto, diciendo que el que habla en lenguas, no
habla a los hombres, sino a Dios, recordemos lo que vimos en Hechos de los
Apóstoles, como les oían magnificar a Dios en sus respectivas lenguas o
idiomas. En el versículo 4 dice, que el
que “habla en lenguas a sí mismo se edifica”. Antes de proseguir, debemos
aclarar lo siguiente: En este capítulo, concretamente en los versículos 4, 13,
14 , 19 y 27 aparece en algunas versiones, como por ejemplo en la Reina Valera,
la palabra extraña o desconocida no sabemos porqué la incluyeron, pues en el
griego no aparecen. Las lenguas contemporáneas no debían ser extrañas o
desconocidas, en todo caso, diferentes, que es muy distinto, ya pudimos ver que
entonces moraban en Jerusalén judíos de todas las naciones (Hech.2:5-11). De
todas maneras, al no venir en el texto griego, deberíamos omitirlas, y así,
evitar con ello, una interpretación errónea, como muchos hacen, dándoles un
gran énfasis a dichas palabras cuando no aparecen en las copias de los escritos
originales.
El versículo 5 dice:
“Así que quisiera que todos
vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el
que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que
la iglesia reciba edificación.”
En los siguientes
versículos, Pablo explica el porqué es mayor el que profetiza, que el que habla
en lenguas, y también el orden que se ha de tener con estos dones en la
iglesia.
Los versículos 10 y 11
dicen:
“Tantas clases de idiomas
hay seguramente en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. Pero si
yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el
que habla será como extranjero para mí.”
Estos versículos avalan
claramente lo que venimos viendo, que las lenguas eran idiomas. Estas palabras
son sinónimas, tan correcto es decir
“hablo lengua inglesa”, como decir
“ hablo el idioma inglés”. Pablo podría haberse expresado igualmente en
este versículo diciendo:
“Tantas clases de lenguas hay seguramente en el mundo”,…y el
significado sería el mismo.
En los próximos versículos
Pablo sigue aclarando la diferencia entre el hablar en lenguas y el profetizar,
prefiriendo el don de profetizar porque
edifica a la iglesia.
Versículos 18 y 19 dicen:
“Doy gracias a Dios que
hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar
cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil
palabras en lengua.”
Nos es sabido que Pablo
hablaba más de un idioma o lengua, por ejemplo en lengua hebrea (Hech.22:2), o
en licaónica (Hech.14:11), además era ciudadano romano (Hech.22:25-28), o sea
que con razón Pablo dijo en el versículo 18 que leímos anteriormente, que él
hablaba en lenguas (idiomas) más que todos. Ahora bien, como viene explicando,
no tiene sentido el hablar en una lengua o idioma que los demás no entienden,
“¿cómo dirá el Amén a tu
acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho” (vers.16).
En el versículo 22 dice:
“Así que, las lenguas son
por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a
los incrédulos, sino a los creyentes.”
De ahí que el orden que
Pablo enseña a la iglesia es que:
“Si habla alguno en lengua
sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay
interprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios" (vers. 27 y
28).
Dice el versículo 33:
PUES DIOS NO ES DIOS DE
CONFUSIÓN, SINO DE PAZ.
Es en esta carta a los Corintios, dónde Pablo
expone el orden de cómo se han de usar estos dones, entre ellos el de hablar en
lenguas, profetizando que dicho don cesaría. Por esto, no debe llamarnos la
atención de que, aparte de esta carta a los Corintios, que fue de las primeras
que se escribieron, no se mencione más en ninguna otra carta o epístola algo
acerca del hablar en lenguas.
Así que, con lo Perfecto =
la Palabra = el Verbo = Dios = Jesucristo, las lenguas como otras muchas cosas
cesarían o acabarían, no teniendo ya más sentido.
La señal inequívoca que
certifica que cuando creemos recibimos la promesa del Padre, el Espíritu de
Verdad o Espíritu Santo, no son las
lenguas que dicen hablar algunos.
El que me ama, mi palabra
guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (Juan
14:23)
Así que, el que guarda sus
mandamientos o su palabra, es en el que
mora el Espíritu Santo. Por lo tanto la evidencia de que el Espíritu de
Verdad ha venido sobre nosotros, y está
en nosotros es el guardar Su Palabra.
Estimado hermano, me gusto mucho la explicación del Espíritu Santo y la verdad sobre el bautismo en agua, sin embargo viendo este tema de las lenguas lo más seguro es que usd sea sensacionalista cierto? Que no cree que las sanidades milagrosas se pueden dar hoy en día como lo leemos en el libro de Santiago 5 , bendiciones que opina de la sanidad divina?
ResponderEliminarSalud en Cristo. Sin animo de ofenderte, Dios lo sabe, he de decirte que lo que está relacionado con la Verdad no es cuestión de gusto. No se trata si a uno le gusta o no le gusta algo ,sino si es de acuerdo a la Verdad (Cristo) o no. Cuando uno no está de acuerdo con algo y cree que no es de acuerdo con la verdad, su deber es de argumentar el por qué no, y avalarlo o corregirlo con la Escritura. En cuanto a lo que si soy sensacionalista, he de decirte que nunca lo había escuchado en estas cuestiones y tuve que mirar en el diccionario para ver su significado y la relación con lo que me estabas planteando. Al no ser una palabra que se menciona en la Biblia no estoy identificada con ella y no le encuentro mucha relación con lo que venimos tratando. Acerca de que si creo que las sanidades milagrosas se pueden dar hoy, es un tema bastante extenso y tendrías que hacerme una pregunta más concisa con su versículo correspondiente. De todas formas nos llevaría mucho que escribir. Mejor te propongo el vernos cuando y donde tu quieras, y hablamos de lo que desees. Creo entender que pones como ejemplo Santiago 5, como muestra de que las sanidades milagrosas se dan hoy en día, pero en Santiago 5, no habla nada acerca de la sanidad milagrosa como tu le llamas. No sé si te has confundido de pasaje, además para dar algo como verdadero o cierto se ha de argumentar con un contexto amplio y acompañado de sus correspondientes textos bíblicos. Por eso …, es que no sé como te llamas. Me dices que soy tu hermano y ni si quiera me has dicho tu nombre. Bueno, el mio es Enrique y como te dije, cuando quieras no vemos y charlamos un rato acerca de las cosa de Dios, nuestro Salvador Jesucristo. Un saludo en Cristo.
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