LA SEMANA MÁS IDÓLATRA
Sabemos que Jesucristo
nuestro Maestro, jamás mandó celebrar o guardar un día en especial y mucho
menos una semana diferenciándola de las 53 restantes del año. Si conocemos al
Maestro, sabemos que Él enseñó todo lo contrario, esto es, no hacer diferencia
entre día y día, es decir, tener a todos los días por igual. Así pues, ya de
por sí el mero hecho de hacer lo contrario a lo que Él nos enseña que hagamos,
es considerado por Dios pecado por ir en contra de sus mandamientos o
enseñanzas.
Bajo la ley de Moisés, esto
es, bajo el antiguo pacto, sí que había días especiales como el día de reposo
que se debía de guardar rigurosamente. Mas con la venida del Nuevo Pacto, es
decir, de Cristo, esto quedó abolido. Jesús quebrantó ese día una y otra vez,
por ejemplo sanando enfermos.
Y por esta causa los judíos
perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de
reposo. Y Jesús respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo (cosa que
estaba prohibido hacer ese día según dicha ley). Por esto los judíos aún más
procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que
también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Juan 5: 16-18
Pablo, haciendo
referencia a esto de guardar días,
semanas, meses y años de una manera especial
diferenciándolos de los demás, escribe diciendo:
Mas ahora, conociendo a
Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a
los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?
Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que
haya trabajado en vano con vosotros.
Gálatas 4: 9-11
Cristo, anulando el acta de
los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, (según la ley)
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados
y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la
cruz.
Por tanto, nadie os juzgue
en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de
reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de
Cristo. Colosenses 2: 14-17
Además llamar “Semana Santa”
a una semana que es todo lo contrario a santa y celebrarla como hace el mundo
pagano y sobre todo el religioso o sectario ya sea católico, evangélico,
mormón, testigos de Jehová, etc., etc., es clara y llanamente un insulto y una ofensa al Señor. Cuando en verdad es la semana más impura e idólatra del año.
En esos días aumenta el índice de accidentes por conducir en estado de
embriaguez, de igual forma aumentan los asesinatos, robos, adulterios,
etc. (sobre todo en Centroamérica) La
gran mayoría de la gente anda como ovejas sin pastor (Mateo 9:36) en pos de
dioses falsos que no salvan ni tienen poder. Entendemos que lo hacen por
ignorancia de la Palabra.
Reuníos, y venid; juntaos
todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el
madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva. (Isaías 45:20)
Derechos están como palmera,
y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos,
porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder. (Jeremías 10:5)
Los que conocemos a Dios y
andamos de acuerdo a la Verdad, deberíamos llamar a tal semana cuando nos
refiramos a ella, por ejemplo como a la SEMANA IMPURA O IDÓLATRA, pero nunca
llamarla Semana Santa.
Muchos de los que están
leyendo esto podrán pensar que lo que decimos es radicalismo, pero queridos
amigos, esto es lo que nos enseña la Verdad, que no es otra que Cristo. De ahí
que los que amamos la Verdad, entendemos perfectamente que lo verdadero no debe
ser para el hombre una ofensa o insulto, sino todo lo contrario una bendición y
liberación del pecado.
Como decíamos, no sólo
celebra la semana inmunda o idólatra los católicos apostólicos romanos, sino
que también los evangélicos o protestantes, testigos de Jehová, mormones y
demás grupos mal llamados cristianos, aunque cada uno le dé un matiz o enfoque
diferente.
¿Por qué es una semana
idólatra?
La palabra idolatría
significa según el diccionario español, Culto de adoración tributado a los ídolos.
Llama poderosamente la
atención la definición que hace la Enciclopedia de Referencia Católica de la
palabra idolatría, diciendo que es: Culto de los ídolos, es decir, tributar el
culto que se debe exclusivamente a Dios a una persona o cosa que no lo es, y
continúa diciendo: La idolatría es un grave pecado contra el primer
mandamiento, tanto la idolatría formal (es decir, con intención verdadera de
adorar una criatura como a Dios) como la material (es decir, tributarle el
culto externo, sin intención idolátrica, por miedo, respeto humano u otra razón
del género).
Decimos que llama
poderosamente la atención, porque la iglesia católica apostólica romana al
hacer esta clara definición de lo que es la idolatría, se hace a si mismo rea
de sus propias palabras, reconociendo que es un grave pecado, cuando ella según
su misma declaración, ejerce como nadie la idolatría.
Para saber sin ningún tipo
de dudas la verdad acerca de todo esto, hay que ir a las Sagradas Escrituras,
esto es, a la Palabra perfecta e infalible. En ella encontramos desde muy
temprano como Dios mandó lo siguiente:
No tendrás dioses ajenos
delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba
en el cielo, ni debajo de la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás.
Éxodo 20: 3-5
Aquí podemos ver una
definición tan completa como perfecta de lo que es la idolatría. Dios deja
claro que no tengamos dioses ajenos a Él. Que no nos hagamos imagen, ni nada
semejante a lo que está arriba en el cielo, debajo de la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra. Es decir, de ningún modo o manera y de ninguna
especie o materia. NO hacer ninguna imagen.
El mundo pagano, religioso o
sectario no quiere oír a Dios y guardar sus mandamientos, recordamos que no
solos los católicos serán condenados por la idolatría y decimos condenados
porque la Palabra de Dios así lo dice en 1ª de Corintios 6: 9 y 10:
¿No sabéis que los injustos
no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, NI LOS
IDÓLATRAS,…, heredarán el reino de Dios.
Deseamos aclarar algo más
para que este mundo religioso deje de engañar y confundir a los hombres. La
iglesia católica romana no deja de sorprendernos con sus declaraciones. En esta
misma Enciclopedia de Referencia Católica de Joaquín Blázquez, para querer
justificar la idolatría de la iglesia
católica, hace la siguiente definición de la palabra ídolo: Imagen o
representación de una persona o cosa, distinta a Dios, a la que se tributa
culto divino. No hay que confundir los ídolos con las imágenes veneradas
tradicionalmente en la iglesia católica: a los ídolos se tributa culto divino
en sentido estricto, mientras que a las imágenes la iglesia tributa una
veneración relativa, es decir, no a ellas mismas sino a las personas en ellas
representadas.
De nuevo y una vez más ellos
se están condenando a sí mismos con sus declaraciones. Si dicen que un ídolo es
la imagen o representación de una persona o cosa, distinta a Dios, a la que se
le tributa culto divino, entonces están afirmando que María la madre de Jesús es
un ídolo, a quien ellos tributan culto divino que sólo le corresponde a Dios.
Como todos sabemos la
iglesia católica llama a María entre otras cosas: la Divina Pastora o Madre de
Dios poniéndola en los cultos que les hacen por encima del mismísimo Jesucristo
en alabanzas y adoración. Enseñar a llamar o a creer a otros que María es la
Divina Pastora o la Madre de Dios es de lo más condenable que se puede hacer
según el Dios verdadero.
En esta misma declaración
reconocen que ellos, los católicos, tienen y se hacen imágenes que representan
a personas (que según ellos se asemejan, y están arriba en el cielo) a las que
veneran. Están reconociendo pues, que están infringiendo la Palabra de Éxodo 20
en la que leímos claramente la prohibición rotunda de hacerse imagen, ni
ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo. Para Dios, tanto los
ídolos como las imágenes son lo mismo, es decir, creaciones falsas de los
hombres en contra de sus mandamientos. Queda pues claramente de manifiesto, que
los argumentos que utiliza la iglesia católica para querer justificar su gran
idolatría, no les servirá de nada en el juicio final.
Pablo hablando de la
idolatría dijo entre otras cosas lo siguiente:
El Dios que hizo el mundo y
todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita
en templos hechos por manos humanas, NI ES HONRADO POR MANOS DE HOMBRES, como
si necesitase de algo; pues Él es quien da a todos vida y aliento y todas las
cosas… Siendo, pues, linaje de Dios, NO debemos pensar que la Divinidad sea
semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de
hombres. (Hechos 17: 24 y 29)
Ante todo esto que hemos
leído según la Palabra de Dios, no cabe ninguna replica o excusa a seguir
celebrando una semana extremamente mal llamada santa.
La Sagrada Escritura está
llena de historias y palabras en contra de dicha semana y por supuesto de todo
cuanto se hace en ella.
Lo que sí querido lector, le
rogamos en el nombre del Señor, a que
cuando tenga que hacer por algún motivo referencia a la semana más inmunda o
idólatra del año, nunca más la llame santa y mucho menos si usted se considera
cristiano, pues de esta gran verdad
seremos también juzgados en el día del juicio y después de haber leído
todo esto, no tendrá excusa ni escapatoria alguna. Además es su deber dar a conocer esta gran verdad, para que las
personas que estén dispuestas a oír a Dios, dejen de celebrarla y así dejen la
condenación debida a esta causa a las religiones o sectas, y a aquellos que aun
oyendo o conociendo esto, sigan permaneciendo en ellas.
De igual forma es su deber a
partir de haber adquirido este conocimiento el no seguir contribuyendo y
utilizando literatura donde se encuentran imágenes o representaciones de
eventos y personajes de las Escrituras como teatros, cine, etc., pues son
imágenes o representaciones falsas y van en contra del mandamiento NO TE HARÁS
IMAGEN, NI NINGUNA SEMEJANZA…
Por tanto, amados míos, huid
de la idolatría. 1 Corintios 10: 14
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