Moisés – Jesucristo o Mahoma. La Torá – La Biblia o El Corán. Judaísmo – Cristianismo o Islamismo.
Con este pequeño estudio,
deseamos dejar de una manera clara y contundente, la diferencia substancial de
estos tres personajes, que sin duda alguna, representan las tres religiones más
importantes de la historia humana, como son: El judaísmo, el islamismo y el
cristianismo. Para ello, nos será necesariamente hacer unas comparaciones entre ellas, para así
poder resolver algunas preguntas o dudas que podamos tener.
Subrayar, que no queremos en
ningún momento, ofender a nadie de los que profesan una de estas religiones,
sino como hemos dicho, ayudar a conocer la verdad, y esto ateniéndonos
estrictamente a los escritos y hechos históricos.
A lo largo de la historia, hemos
podido comprobar como las religiones en general, son culpables de los más
grandes conflictos entre los hombres. Crueles guerras, discriminaciones,
violaciones, asesinatos, torturas, y en
estos últimos tiempos sobre todo con el terrorismo yihadista o islámico . Lo
peor de todo esto, es, que los que tales barbaries cometen, dicen hacerlo en el
nombre de Dios o Al-láh. Nosotros, con la ayuda de Dios o Al-láh, y por medio
de su Santa Palabra, queremos demostrar, donde radica el problema de toda esta
confusión e injusticia, que nos acarrean las religiones. Es conocido que dichas
religiones no profesan la misma fe y por ello están divididas y enfrentadas
entre sí. Pero sin en cambio, esto no debería ser así, ya que proceden del
mismo linaje, tanto en la sangre como en la fe, esto es, de Abrahán y por
consiguiente tienen el mismo y único Dios y la misma ley, como seguidamente
vamos a poder comprobar con sus escritos. Repetimos, que nadie debería
ofenderse por lo aquí exponemos, ya que como vamos a poder ver y comprobar, es
fiel a sus declaraciones de fe. Es más, invitamos a que si alguna persona puede
demostrar con los escritos históricos, de los que hacemos uso en este
documento, algún error, se ponga por favor en contacto con nosotros para
corregirlo, y de esta manera le estaríamos agradecido de todo corazón por su
colaboración.
El judaísmo, tiene como
Libro Sagrado el Tanaj (la Ley y los Profetas). En dicho libro se revela a un
único y verdadero Dios, quien dio al pueblo de Israel la Ley por medio de
Moisés en el monte Sinaí, y también, la dirección continua de Dios para con su
pueblo a través de los profetas. La ley
está recogida en cinco libros llamado la Torá (Pentateuco).
El islamismo o islam
(resignados a Dios), tiene como Libro Sagrado el Corán. En este libro se narra
lo que Al-láh (Dios) reveló al profeta Mahoma. Aquí podemos encontrar con toda
claridad que según Mahoma y el Corán, efectivamente Dios envió el Libro, la Ley
o el Pentateuco, en el monte Sinaí. He aquí algunas suras que lo confirma.
Sura II:52, “Dimos a Moisés
el libro y la distinción, a fin de que seáis dirigidos por la senda recta.”
Sura II:92, “Cuando hubimos
aceptado vuestra alianza y elevado por encima de vuestras cabezas el monte
Sinaí, hicimos oír estas palabras: Recibid nuestras leyes con firme resolución
de observarlas.”
Sura II:176, “Piadoso es el
que cree en Dios y en el día final, en los ángeles y en el libro, en los
profetas.”
Sura III:2, “Te ha enviado
en toda verdad el Libro que confirma lo que le ha procedido; ha hecho descender
de lo alto el Pentateuco.”
Sura VI:92, “Quien ha
revelado, pues, el Libro que Moisés llevó para hacer de él la luz y la guía de
los hombres; este libro (el Pentateuco).”
Sura VI:155, “Hemos dado el Libro a Moisés, libro
completo, para aquel que hace el bien.”
Sura XVII:2, “Dimos a Moisés
el Libro de la ley, y lo convertimos en guía de los hijos de Israel.”
Sura XLV:15, “Hemos dado a
los hijos de Israel el Libro (Pentateuco), la sabiduría y los profetas.”
Sura XXXVII:117, “Les hemos
dado a ambos (a Moisés y a Aarón) el Libro claro.”
Sura XL:53, “Dimos a Moisés
la dirección (nuestra revelación por guía) y pusimos a los hijos de Israel en
posesión del Libro. Era para hacerlo servir de dirección y de advertencia a los
hombres dotados de sentido.”
El cristianismo, tiene como Libro Sagrado la Biblia, también
llamada las Sagradas Escrituras, compuesta por un Antiguo y Nuevo Testamento.
Los primeros cinco libros que se encuentran en el Antiguo Testamento, son: Génesis,
Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, es decir, los también llamados el
Pentateuco. Dicho Antiguo Testamento contiene además los libros proféticos, que
recogen la dirección de Dios a través de los profetas. Podemos decir sin duda
alguna, que la Ley y los Profetas que se encuentran en el Antiguo Testamento
son los mismos que se hallan en la Torá y que confirma el Corán. El Nuevo
Testamento, recoge el Evangelio de Jesucristo (Mateo, Marcos, Lucas, Juan), y
los libros apostólicos.
El judaísmo no admite el
Nuevo Testamento como libro de Dios y por consiguiente no creen en él ni en
Jesucristo como Hijo de Dios y mucho menos como Dios. A diferencia de éste, el
islamismo sí que cree en el Evangelio y las Escrituras como libro divino. He
aquí algunas suras del Corán que lo avala:
Sura II:120, “Aquellos a
quienes hemos dado el Libro (las Escrituras) y que lo leen como conviene
leerlo, esos creen en él.”
Sura II:135, “Decid: Creemos
en Dios y en lo que nos ha sido enviado de lo alto a nosotros,…; creemos en los
libros que han sido dado a Moisés y a Jesús.”
Sura II:211, “Dios envió a
los profetas encargados de anunciar y de advertir. Les dio el Libro (el
Pentateuco o el Evangelio) que contiene la verdad.”
Sura II:61, “Ciertamente,
los que creen, y los que siguen la religión judía, y los cristianos, y los
sabios, en una palabra todo el que cree en Dios y en el día final y que haya
obrado el bien: todos estos recibirán una recompensa de su Señor, el temor no
les alanzará y no estarán afligidos.”
Sura III:2, “Te ha enviado
en toda verdad el Libro que confirma lo que le ha precedido; ha hecho descender
de lo alto el Pentateuco y el Evangelio.”
Sura III:83, “Di: Creemos en
Dios, en lo que él nos ha enviado, en lo que ha revelado a Abrahán, a Ismael, a
Jacob y a las doce tribus; creemos en los libros santos que Moisés, Jesús y los
profetas han recibido del cielo; no establecemos ninguna diferencia entre
ellos; estamos resignados a la voluntad de Dios (somos musulmanes).”
Sura V:48 y 49, “Detrás de
los demás profetas hemos enviado a Jesús, hijo de María, para confirmar el
Pentateuco; el Evangelio contiene también la dirección y la advertencia para
los que temen a Dios.” “Las gentes del Evangelio juzgarán según el Evangelio.
Los que no juzgan por un libro de Dios son infieles.”
Sura V:68 y 70, “Si observasen
el Pentateuco y el Evangelio, y los libros que el Señor les ha enviado,
gozarían de los bienes que se hallan por encima de sus cabezas y bajo sus
pasos… “Mientras no observéis el Pentateuco, el Evangelio y lo que Dios ha
hecho descender de los cielos.”
Sura VII:157, “Para los que
siguen al enviado, al profeta iletrado que hallarán señalados en sus libros, en
el Pentateuco y en el Evangelio.”
Sura LVII:25 y 26, “Enviamos
a Noé y a Abrahán y establecimos el don de la profecía en sus descendientes, así
como el Libro (las Escrituras)… “Enviamos en pos de ellos otros apóstoles, como
Jesús, hijo de María, a quien dimos el Evangelio.”
Como hemos dicho
anteriormente y acabamos de comprobar por el Corán, no cabe duda alguna de que
dan por libros divinos al Pentateuco, el Evangelio y las Escrituras. Los cuales
hemos se han de observar porque contienen la verdad, la dirección y la
advertencia para los que temen a Dios. Añade que las gentes del Evangelio
juzgarán según el Evangelio, siendo esto parte de la fidelidad a Dios (Sura
V:49).
Ahora nos cabe preguntar,
¿Por qué entonces hay división y diferencias entre el cristianismo y el
islamismo, si comparten los mismos libros como dados por Dios?
Entre el judaísmo y el
cristianismo es evidente esa diferencia, ya que el judaísmo no cree en el
Evangelio ni en Jesús, aunque en la Ley y los Profetas (sus libros sagrados),
claramente se anuncia la venida de Jesús como Rey, Señor, y Dios, que es lo que
se narra en el Evangelio. De ahí que no se pueda entender como el judaísmo no
crea en el Evangelio, ni en Jesús el Mesías. He aquí algunos textos de dicha
Ley y los Profetas que muestran lo que venimos diciendo:
Daniel 9:25, “Sabe,
pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar
Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos
semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos antiguos.”
Zacarías 9:9, “Alégrate
mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu Rey
vendrá a ti, justo y salvador, humilde,
y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”
Isaías 9:6, “Porque un niño
nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el gobierno principesco vendrá a estar
sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios
Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
Isaías 11:12 y 13, “Y les
dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi
salario treinta monedas de plata. Y me dijo Jehová: Echalo al
tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de
plata; y las eché en la casa de Jehová al tesoro”.
Hay mucho más en la Ley y
los Profetas que anuncia la venida de Jesucristo, pero como hemos dicho a pesar
de ésta gran evidencia, el judaísmo no cree que todo esto se cumplió hace unos
dos mil años con la venida de Jesús, el Mesías. El judaísmo sigue encerrado y
esclavizado bajo la Ley Mosaica y los Profetas que fueron hasta Juan el
Bautista. Con la llegada de Jesús el Cristo, dicha Ley y los Profetas pasó a
formar parte del pasado y de la
historia. Sin en cambio, ellos siguen esperando al Mesías, cuando este ya vino.
Naturalmente, esto es más que suficiente para entender la gran diferencia entre
el judaísmo y el cristianismo, ya que para el cristianismo Jesucristo es el
único Camino, la única Verdad, la Vida, y el único Dios verdadero.
Después de haber aclarado
esto, continuaremos a responder la pregunta que nos hicimos de, el por qué si
el islamismo manifiesta creer en el Pentateuco, el Evangelio y Jesús, hay tanta
diferencia y desunión con el
cristianismos.
En el Corán se cita algo del
Evangelio, pero no así de los libros apostólicos que componen el Nuevo
Testamento. Aunque a veces hable de otros libros, o de las Escrituras, no deja
claro cuales sean dichos libros. De ahí que nosotros, vayamos ha usar
principalmente los cuatro libros del Evangelio, para aclarar lo que viene a
continuación.
Manifestaciones contradictorias del
Corán
Como pudimos ver
anteriormente en diversas suras, se deja muy claro la verdad y dirección de
Dios por medio de los libros que Él envió, es decir, del Evangelio, las
Escrituras y del Pentateuco. Sin en
cambio, hay otras suras que contradicen a estas anteriores donde se reconocía
que los que siguen ambas religiones, judíos y cristianos, son de Dios (Sura
II:61). He aquí algunos ejemplos:
Sura II:134, “Se os dice:
Sed judíos o cristianos y estaréis en el buen camino. Respondedles: Somos más
bien de la religión de Abrahán, verdadero creyente, y que no era del número de
los idólatras.”
Sura V:53, “¡Oh creyentes! No toméis por amigos a
los judíos y a los cristianos que son amigos unos de otros. El que lo tome por
amigos acabará por semejárseles, y Dios no será la guía de los perversos.”
Sura V:19, “Los que dicen
que Dios es el Mesías, hijo de María, son infieles. Respóndeles: ¿Quién podría,
de cualquiera manera que esto sea, impedir a Dios si quisiese aniquilar al
Mesías, hijo de María, y a su madre y a todos los seres de la tierra?”
Sura V:20, “Somos los hijos
de Dios y sus amigos queridos, dicen los judíos y los cristianos. Respondedles:
¿Por qué os castiga, pues, por vuestros pecados?”
Sura V:84, “Reconocerás que
los que alimentan el odio más violentos contra los fieles son los judíos y los
idólatras, y que los que están más dispuestos a amar a los fieles, son los
hombres que se dicen cristianos.”
Sura XXI:26, “Ellos (los
infieles, los cristianos) dicen: El Misericordioso ha tenido hijos; los ángeles
son sus hijos. ¡Por su gloria! No, ellos, no son más que sus servidores
honrados.”
Sura IX:30, “Los judíos
dicen: Ozair es hijo de Dios. Los cristianos dicen: El Mesías es hijo de Dios.
Tales son las palabras de sus bocas, y al decirlas se semejan a los infieles de
otro tiempo. ¡Qué Dios les haga la guerra! ¡Qué embusteros son!”
Sura LXII:5, “Aquellos a
quienes se ha encargado el Pentateuco y que no llevan (que no lo observan) se
parecen al asno que lleva libros. Se asemejan a algo vil los hombres que tratan
de mentiras los signos de Dios. Dios no guiará a los impíos. Di: ¡Oh judíos! Si
os imagináis ser los aliados de Dios con exclusión de todos los hombres, desead
la muerte, si decís la verdad.”
Estas contradicciones con
sus amenazas e insultos hacia los judíos y cristianos, que aparecen en muchas
suras llevan a la confusión e incitan a la enemistad y al odio, sobre todo
hacia los judíos y cristianos, algo más que notorio a lo largo de éste libro
del Corán. Gran parte del Corán se basa en estas descalificaciones. Nada más
hay que leer el Corán para darse cuenta de ésta gran realidad.
La mujer según Mahoma y el
Corán
No son pocos los que
defienden el Corán, opinando que la mujer en ningún momento es maltratada,
marginada o inferior al hombre. Como venimos haciendo hasta aquí, a la historia
y escritos nos remitimos. He aquí algunas suras que hablan por si mismas:
Sura IV:34, “Los hombres son
superiores a las mujeres, a causa de las cualidades por medio de las cuales
Dios ha elevado a éstos por encima de aquéllas, y porque los hombres emplean
sus bienes en dotar a las mujeres. Las mujeres virtuosas son obedientes y
sumisas: conservan cuidadosamente, durante la ausencia de sus maridos, lo que Dios
ha ordenado que se conserve intacto. Reprenderéis a aquellas cuya desobediencia
temáis; las relegaréis en lechos aparte, las azotaréis; pero, tan pronto como
ellas obedezcan, nos le busquéis camorra. Dios es elevado y grande.”
Nada más con esta sura, bastaría
para confirmar que el machismo, los malos tratos y la superioridad del hombre
sobre la mujer es una clara evidencia de Mahoma y el Corán. La mujer es
considerada un placer pasajero en este mundo, comparándolas a rebaños o caballos.
Sura III:14, “El amor a los
placeres, tales como las mujeres, los niños, los tesoros de montones de oro y
plata, los caballos con marcas impresas, los rebaños, los campos, todo esto
parece hermoso a los hombres; pero no son más que goces pasajeros de este
mundo; el retiro hermoso está junto a Dios,”
Sura II:221, “Vuestras
mujeres son vuestro campo. Id a vuestro campo cuando queráis.”
Sura IV:15, “Si vuestras
mujeres cometen la acción infame, llamad cuatro testigos. Si sus testimonios
concurren contra ellas, encerradlas en casa hasta que la muerte las lleve o
hasta que Dios les procure algún medio de salvación.”
Los castigos, abusos
injustos y machistas hacia las mujeres, lo avalan poniendo a Dios por testigo
¡Qué barbaridad! Ellos (los hombres) pueden tomar o repudiar a las mujeres
según les plazca, e incluso tenerlas como esclavas.
Sura IV:3 y 20, “Si teméis
no ser equitativos respecto a los huérfanos, no os caséis, entre las mujeres
que os gusten, más que con dos, tres o cuatros. Si teméis aún ser injustos, no
os caséis más que con una sola o con una esclava. Esta conducta os ayudará a no
ser injusto.”
“Si deseáis cambiar una
mujer por otra, y le habéis dado a alguna de ellas cien denarios, no le quitéis
nada, ¿Desearíais arrancárselos cometiendo injusticia y una iniquidad
evidente?”
Sura LXV:1, “¡Oh profeta! No
repudiéis a vuestras mujeres hasta el término señalado; contad los días
exactamente. Antes de este tiempo no podéis ni expulsarlas de vuestras casas,
ni dejarlas salir de ellas, a no ser que hayan cometido un adulterio probado.
Tales son los preceptos de Dios.”
Sura XXXIII:59, ¡Oh profeta!
Prescribe a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que dejen
caer su velo hasta abajo; así será más fácil obtener que sean desconocida ni
calumniadas. Dios es indulgente y misericordioso.”
Sura XXXIII.53, “¡Oh
creyentes! No entréis sin permiso en las casas del profeta,…Si queréis pedir
algún objeto a sus mujeres, pedidlo a través de un velo; así es como vuestros
corazones y los suyos conservarán la pureza. Evitad causarle pena al enviado de
Dios. No os caséis jamás con las mujeres con quienes él haya tenido comercio;
esto sería grave a los ojos de Dios.”
A este proceder, le llaman
conducta de equidad y justicia ¡Qué horror! Nada más lejos de ello. Además, no
es para nada cierto que tales cosas sean preceptos del único y verdadero Dios,
como iremos aclarando y demostrando en este escrito. Podríamos citar muchas más
suras que contribuyen a dicho maltrato y marginación hacia la mujer. El que no
quede satisfecho con lo que hemos expuesto aquí, sólo tiene que ir al Corán,
investigarlo y comprobar que no mentimos.
La venganza y a la guerra por
Mahoma y el Corán
Es absolutamente increíble,
que se pueda dudar del derroche de suras que hay en el Corán, que mandan e incitan
a hacer lo que denominan la guerra santa, contra todos aquellos que no estén de
acuerdo y vivan según lo que en este
libro se enseña. Seguidamente, expondremos algunas suras de las muchísimas que
hay como ejemplo.
Sura LX:1, “¡Oh vosotros los
que creéis! No toméis por amigos a mis enemigos y a los vuestros. Les
demostráis amistad después que ellos demostraban que no creían en la verdad que
se os ha sido revelada; os rechazan a vosotros y al profeta de su seno, porque
creéis en Dios vuestro Señor. Cuando salís de vuestros hogares para la guerra
santa, para combatir en una senda y obtener mi satisfacción, ¿les
testimoniaréis amistad? Pero yo sé mejor lo que ocultáis y lo que exponéis a la
luz del día, y cualquiera de vosotros que lo haga se aparta de la verdadera
ruta.”
Sura LXVI:9, “¡Oh profeta!
Haz la guerra a los infieles y a los hipócritas; sé severo con ellos. La gehena
será su morada. ¡Qué detestable mansión!”
Sura XLVII:4 y 9, “Cuando
encontréis infieles, matadles hasta el punto de hacer con ellos una carnicería
y estrechad fuertemente las trabas de los cautivos.”“En cuanto a los
incrédulos, ojalá perezcan y ojalá haga Dios nulas sus obras.”
Sura II:189 y 190, “Combatid
en la senda de Dios contra los que os hagan la guerra. Pero no cometáis injusticia
atacándolos primero, pues Dios no ama a los agresores.”
“Matadles doquiera que los
halléis y expulsarlos de donde ellos os hayan expulsados. La provocación
agresiva y la astucia de la idolatría es peor que la carnicería en la guerra.
No les libréis combate junto al oratorio sagrado, a no ser que ellos os
ataquen. Si lo hacen, matadlos. Tal es la recompensa de los infieles.”
Sura VIII:7,17 y 66 “…, el
Señor ha querido probar la verdad de sus palabras y exterminar hasta el último
de los infieles.”
“No sois vosotros quienes
les matáis, sino Dios. Cuando lanzas un dardo, no eres tú quien lo lanzas, sino
Dios, para exponer a los fieles a una hermosa prueba; pues Dios lo oye y lo
sabe todo.”
“¡Oh profeta, excita a los
creyentes al combate! Veinte hombres firmes de éstos aplastarán a doscientos
infieles. Cien harán huir a mil, porque los infieles no comprenden nada.”
Sura VII:183, “Respecto de
los que tratan nuestros signos de mentiras, los aniquilaremos poco a poco y por
medios que no conocen.”
Sura V:35, “He aquí cuál
será la recompensa de los que hacen la guerra a Dios y a su enviado, y que
emplean todas sus fuerzas en cometer desórdenes en la tierra; les condenaréis o
les haréis sufrir el suplicio de la cruz; les cortaréis las manos y los pies,
alternados; serán expulsados de su país. La ignominia les cubrirá en este
mundo, y un castigo cruel les espera en el otro”.
¿Alguien puede cuestionar
éste espíritu de odio, venganza, tortura y muerte, que enseña el Corán y su
profeta Mahoma para contra todos los que ellos denominan infieles, es decir,
para contra todos los que no piensan y viven como ellos? El Corán está lleno
suras basadas básicamente en castigo, venganza, odio, discriminación,
desigualdad, injusticia e iniquidad, por citar algunos calificativos que hemos
demostrados por lo escrito en él. Nadie debería ofenderse por esto que decimos,
ya que corresponde a la verdad. Es increíble y a la vez insultante, que, como pudimos leer en ésta Sura VII:183, los
que tratan (claro está, según ellos) sus signos de mentiras serán aniquilados.
Pues bien, después de haber
visto algunos de éstos signos suyos y sin entrar es más cuestiones como podría
ser por ejemplo la Sura V:40, donde se castiga al ladrón con cortarle las manos
o la Sura XXIV:2, que castiga con latigazos al que comete adulterio, etc.,
etc., ¿Alguien puede creer que estos signos (mandamientos y conductas) estén
designados por el Dios verdadero?
La Sura XXXIX:31, dice: “¿Y
quién es peor que el que inventa una mentira por cuenta de Dios y el que ha
tratado de impostura la verdad se le ha aparecido?”
Ateniéndonos a lo que dice esta Sura y habiendo visto todo
esto ¿Qué diremos al respecto?
Mahoma con su Corán, se ha
inventado una gran mentira respecto al Pentateuco, Evangelio y las Escrituras,
contradiciendo al mismísimo Dios como comprobaremos seguidamente. Volvamos a
recordar que en suras citadas anteriormente, quedó claro que el Evangelio y las
Escrituras son libros que Dios envió y que contienen la dirección y la
advertencia para los que le temen. Y que las gentes del Evangelio juzgarán
según el Evangelio. Pues esto es lo que concretamente vamos hacer, osea,
desmentir algunas de las muchas cosas que el Corán y Mahoma afirman del
Evangelio y las Escrituras, que para nada son ciertas.
Sura XIX:34, “Dios no puede
tener hijos. ¡Lejos de su gloria esta blasfemia! Cuando decide una cosa, dice:
Sea, y es.”
Por lo visto, Mahoma no
conocía bien el Evangelio ni las Escrituras, puesto que es más que sabido, que
en dichos libros se enseña sin ningún tipo de dudas, que Jesús es el Hijo de
Dios. Solamente en el Evangelio de Juan
hay unos cuarenta versículos que lo afirma. He aquí algunos textos de
los muchísimos existentes.
Mateo 2:15, …para que se
cumpliese lo que dijo el Señor (Dios) por medio del profeta (Oseas 11:1),
cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Marcos 9:7, …y desde la nube
una voz (de Dios el Padre) que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.
Lucas 1:35, Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá son su sombra; por lo
cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Juan 3: 18, El que en Él cree, no es condenado, pero el
que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios.
Sura XXIII:92, “Dios no
tiene hijos ni más dios a su lado; de no ser así, cada dios se iría con lo que
ha creado y los unos serían más elevados que los otros. Lejos de la gloria de
Dios las mentiras que inventan.”
El que Jesús es el Hijo de
Dios ya lo hemos demostrado. Ahora citaremos algunos textos que demuestren que
Jesús es a su vez Dios.
Mateo 1:23, He aquí, una
virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que
traducido es: Dios con nosotros.
Juan 14:8 y 9, Felipe le
dijo: Señor, muéstranos al Padre (Dios) y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido Felipe? El que me ha
visto a mí, ha visto al Padre (Dios); ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al
Padre?
Romanos 9:5, De quienes son
los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo. El cual es Dios
sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Sura XXI: 26, “Ellos (los
infieles, los cristianos) dicen: El Misericordioso tiene hijos; los ángeles son
sus hijos. ¡Por su gloria! No, ellos no son más que servidores honrados.”
Juan 1:12, Mas a todos los
que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios.
Los cristianos creen en el
Evangelio y las Escrituras, y por lo tanto en Jesucristo, manifestado como Hijo
y Dios como acabamos de ver. Dios toma
como hijo a todo aquel que recibe y cree en Jesús. Así es lo que se enseña en
estos libros, de ahí que no se pueda tratar de infieles y mentirosos, como se
les juzga en el Corán por Mahoma.
Tampoco es cierto que crean o enseñen que los ángeles sean hijos de Dios, algo
que para nada aparece en las Escrituras o el Evangelio. Por lo tanto dicha
afirmación es igualmente falsa.
Sura V:19, “Los que dicen
que Dios es el Mesías, hijo de María, son infieles. Respóndeles: ¿Quién podría,
de cualquier manera que esto sea, impedir a Dios si quisiese aniquilar al
Mesías, hijo de María, y a su madre y a todos los seres de la tierra? A Dios
pertenece la soberanía de los cielos y de la tierra y del espacio que los
separa. Él crea lo que quiere y lo puede todo.”
En esta sura dan una
reflexión o ejemplo sin sentido, y aflora una vez más ese espíritu que hay en
el Corán y Mahoma de aniquilar o matar. Naturalmente que Jesús, según el
Evangelio y las Escrituras es el Mesías (el Salvador).
El Corán también dice creer
que Jesús es el Mesías, la Sura III:45, dice:
“Un día, los ángeles dijeron
a María: Dios te anuncia su Verbo. Se llamará el Mesías, Isá, hijo de Mariam, ilustre
en este mundo y en el otro, y uno de los muy próximos de Dios.”
Está claro que con esta
afirmación, se encuentran con un gran problema al confesar que Jesús es el
Mesías (el Salvador). Según el Pentateuco y los Profetas, no les quedaría otra
que admitir que Jesús es Dios. Ya que de la misma manera, que según estos
libros sólo hay un Dios verdadero, también sólo hay un Salvador o Mesías. De
ahí que el judaísmo no reconozca a Jesús como el Mesías, por la sencilla razón
que esto implicaría automáticamente reconocer que Jesús es el Señor, Rey y
Dios, el único. Veremos por ejemplo, lo
que Dios dijo por medio del profeta Isaías:
Yo, yo Jehová, y fuera de mí
no hay quien salve. Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor (Salvador),
Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí
no hay Dios (43:11 y 44:6).
Sobran explicaciones, son numerosísimos los textos que afirman que
sólo hay un Salvador o Mesías y Dios dentro de la Ley y los Profetas, como
también enseña el Corán. Es por lo tanto más que evidente, que Mahoma y su
Corán se contradicen al afirmar y reconocer, que la Ley (el Pentateuco) y los
Profetas son verdad, libros enviados por Dios, y a su vez, tener a Jesús por
Mesías (Salvador), sin admitir o aceptar que es el mismo y único Dios
verdadero.
El problema de todo esto,
consiste fundamentalmente en que realmente, no creen tal y como manifiestan en
sus escritos (Así judíos como islámicos), que Dios es TODOPODEROSO, y
cuestionan la cantidad de textos existentes que enseñan, que el Dios de la Ley y
los Profetas que tenía que venir a salvar la humanidad, vino en semejanza de hombre, naciendo de una virgen y muriendo
por nuestros pecados para darnos vida eterna. Esto, así estaba profetizado, el
profeta Ezequiel en el capítulo 34, lo dejó más que claro. Por favor, nada más
hay que leerlo. Y el cumplimiento de esta profecía se efectúa en la persona de
Jesucristo. Repetimos, el cumplimiento de Ezequiel 34, se encuentra sin ningún
tipo de dudas, en el evangelio de Juan capítulo 10. Es cuestión de compararlo y
aceptarlo, nada más. Ocurrió, lo que bien se narra en las Escrituras,
concretamente en el libro de Filipenses, capítulo 2, versículos 5 al 8, donde
dice:
Haya, pues, en vosotros este
sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó a ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, , sino que se despojó a sí
mismo, tomando forma de siervo hecho semejante a los hombres; y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte. y muerte de cruz.
Esto, se puede decir más
alto, pero no más claro ¿Hay algún problema en creer que el Dios TODOPODEROSO
pueda hacer esto? Estos que no creen que Jesús es el mismo y único Dios,
limitan a Dios no creyendo que Dios en todo su poder, puede manifestarse al
mundo estando en Espíritu como Padre en los cielos, y a su vez en la tierra habiéndose despojado a
sí mismo, tomando forma de siervo hecho semejante a los hombres, como Hijo en la persona de
Jesucristo.
En este texto de Hebreos
1:1-2, que a continuación exponemos, se nos explica de otra manera, diciendo:
Dios, habiendo hablado
muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero
de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
Estos que limitan a Dios,
dan claras muestras de que realmente no creen que Dios sea TODOPODEROSO.
Cabe añadir, que según estos
libros sagrados, y como podemos leer en el libro de Hechos de los Apóstoles,
capítulo 4, versículos 11 y 12,
Este Jesús es la piedra
reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del
ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Otra cosa que niega el Corán
es que el Espíritu Santo sea, Dios mismo, en contra de lo que enseña las
Escrituras. El Corán dice:
Sura V:75, “Infiel es el que
dice: Dios es el tercero de la Trinidad, en tanto que no hay más Dios que el
Dios único. Si no cesan…, en verdad, un castigo doloroso alcanzará a los
infieles”.
Si bien es cierto que la
palabra Trinidad y su definición no aparecen en el Evangelio ni en las
Escrituras, sino que es una invención de la religión católica y que asumieron
las demás dentro del mal llamado cristianismo. No por esto, no deja de ser
verdad o cierto que Dios se ha manifestado como Padre, Hijo y Espíritu Santo,
en este segundo pacto o Nuevo Testamento (las Escrituras). Que Dios es Espíritu
es más que sabido y ¿alguien duda que es Santo? Dios es el Espíritu Santo ¿o
no? El evangelio de Juan, 4:24, y Apocalipsis 4:8, dicen: Dios es Espíritu; y
los que le adoran, en espíritu y en
verdad es necesario que adoren.
…. Santo, Santo, Santo es el
Señor Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir, ¿quién puede
ser si no el Espíritu Santo?
Hechos 13:2, dice:
Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a
Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. ¿Quién puede ser este
Espíritu Santo que habló y confirmó el llamamiento que le había hecho a Pablo y
Bernabé?
Ante tales evidencias vista
de contradicciones ¿Cómo pueden decir en la Sura XII:111, que, “el Corán
corrobora las Escrituras reveladas antes”? ¿Cómo pueden llamar a otros
inventores de mentiras y por ello condenarlos a muerte?
Hay una forma muy clara y
contunde de como saber o conocer, si un libro, escrito o dicho, es de Dios o
verdadero. En la carta que Pablo escribió a las iglesias de Galacia, en el
capítulo 1, versículos 6 al 9, leemos:
Estoy maravillado de que tan
pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir
un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban
y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema (maldito). Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno
os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea maldito.
Esta es la clave para
averiguar o saber, si algo que se diga por escrito o por palabra, procede de
Dios o no. Ya de muy temprano hubieron quien pervirtieron el verdadero
evangelio de Cristo.
Sin duda alguna, el Corán lo
escribió alguien y se le atribuye a Mahoma. Lo cierto es que se escribió o
redactó después de la muerte de Mahoma, es decir, sobre el año 632 después de
Cristo, o unos 600 años después de que el apóstol Pablo escribiera esta carta a
las iglesias de Galacia. Mahoma, si bien reconocía las Escrituras como libro
enviado por Dios, no se ciñó a ellas, ya que como hemos podido demostrar enseña
un evangelio diferente del que se había anunciado por Jesús y sus apóstoles
unos 600 años antes que él.
Queremos hacer una vez más
hincapié, que no pretendemos ni mucho menos, que por medio de nuestras palabras
alguien se sienta ofendido, sino que la verdad solo tiene un camino y según el
Pentateuco, el Evangelio y las Escrituras (libros divinos, tal y como lo narra
el Corán), ni Mahoma pudo ser un profeta enviado por Dios, ni el Corán pudo ser
una inspiración Divina dada a Mahoma.
Podríamos demostrar más
suras que aparte de contradecirse a sí mismas, al Pentateuco, al Evangelio y
las Escrituras, como hemos demostrado, cuentan acontecimientos de Abrahán,
Moisés, Noé y otros, que para nada aparece en dichos libros anteriores al Corán
y que por consiguiente carecen de toda
veracidad.
Para concluir, hemos de
decir, que según la manifestación de Dios en los libros que se incluyen en las
Escrituras y que como reiteramos una y otra vez, el mismo Corán reconoce como
libros enviados por Dios, NO se dice que algunas de estas religiones, como son
el judaísmo o el cristianismo, y mucho menos el islamismo sean la religión
verdadera.
De manera que la ley (el
Pentateuco) ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos
justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo (ley o
Pentateuco), pues todos somos hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús (Gálatas
3:24-26).
El mal llamado
“cristianismo” alberga diferentes religiones, como: la católica, la ortodoxa,
la evangélica, etc., e infinidades de divisiones como son las denominaciones,
con doctrinas contrarias entre sí y opuestas a Cristo. ¡Nada más lejos de la
voluntad de Dios!
El Evangelio dice, que hay
un solo Camino, una sola Verdad y una
sola Vida, y esto se encuentra solo y exclusivamente en Jesucristo (Juan
14:6). Que como hemos podido demostrar, es el mismo Dios, Señor y Salvador, que desde el principio se
manifestó a los hombres, comenzando por Adán y Eva. Las Escrituras enseñan
entre otras cosas que:
La religión pura y sin
mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas
en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo (Santiago 1:27).
El guardarse sin mancha del
mundo y el preocuparse de los más necesitados, es decir, de los huérfanos y
viudas que verdaderamente lo son, es el resultado de una fe, basada en el
ejemplo de vida que nos enseñó y mandó nuestro Maestro y Señor Jesucristo, por
el que somos hechos hijos de Dios. A Él y solo a Él sea la gloria por siempre.
Amén.
Hay mucho más que cuestiona
la veracidad del Corán como libro divino, pero creemos que con lo que aquí
hemos demostrado, es más que suficiente para llevar a aquellos que creen en él,
a examinarlo y poder comprobar a sí mismo todas esta verdades que hemos
narrado.
Añadir, que Mahoma con su
libro el Corán, lleva desde el año 632 después de Cristo aproximadamente, es
decir, más de 1350 años insultando, llamando infieles, embusteros, semejantes a
asnos…, y lo peor de todo, asesinando e instando a sus fieles a matar,
aniquilar, exterminar o hacer una carnicería de los judíos y cristianos. ¿Acaso
nos puede extrañar todo lo que viene ocurriendo con el terrorismo islámico
teniendo tal libro como enviado por Dios? ¡Qué horror! A diferencia del
Evangelio o mejor dicho del Nuevo Pacto o Testamento, con Jesucristo como
ejemplo de vida, lleno de Amor y de Paz, que detesta el odio, los insultos y
todo aquello que puede dañar a tu prójimo. En el Evangelio no hay ninguna
incitación a la venganza o guerra y mucho menos a tomarnos la justicia por
nuestra cuenta. Solo Dios juzgará al hombre con justo juicio en el día
postrero, y hasta entonces nos manda tanto a judíos, como a musulmanes, a
cristianos como a gentiles a convivir en paz y amor, de acuerdo a sus
enseñanzas o mandamiento dados por Jesucristo. Donde hay plena igualdad entre
hombres y mujeres; entre judíos, cristianos y árabes; blancos y negros, etc.
No nos dejemos engañar más
por las religiones, que no son más que creaciones de hombres, ni por sus
líderes; ya sean rabinos, sacerdotes, pastores, imanes, etc. Dios, no es
propiedad de ninguna religión, de hecho, Él no habita en sus templos, sinagogas
o mezquitas, porque de igual manera son creadas por hombres en contra de su
voluntad. Dios habita en aquel que cree en Él y guarda sus mandamientos.
Seamos sensatos, el único
según la historia y los escritos que hizo milagros y señales como ningún otro,
y el único que dio muestras de poder al resucitar a los muertos y resucitando a sí
mismo, no fue Moisés, ni Mahoma, ni nadie más que Jesucristo. Sigamos al mejor,
al que ha demostrado el poder como ninguno y no solo se quedó en meras
palabrerías.
Pues la ley por medio de
Moisés fue dada, pero la Gracia y la Verdad vinieron por medio de
JESUCRISTO. Juan 1:17
Él es el mismo que se reveló
a Moisés con el nombre de Jehová o Yavé en el monte Sinaí. El Primero y el
Último; el que Era, Es, Será y a de venir; el Eterno. No hay otro Dios fuera de
Él.
Solo Jesús es la Verdad.
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