¿POR QUÉ NO SE DEBEN CONSTRUIR TEMPLOS NI ASISTIR A ELLOS?
Dios le dijo a David por
medio del profeta Natán:
Jehová te hace saber que Él
(Dios), te hará casa. Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus
padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, (refiriéndose a
Jesucristo) (Romanos 1: 3), el cual procederá de tus entrañas, (Mat 1) y
afirmaré tu reino. Él, (Jesucristo) edificará casa a mi nombre (sus hijos e
hijas), y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él Padre,
y él me será a mi, Hijo. (2ª Samuel 7: 11 – 14).
Cuando Jesús salió del
templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del
templo. Respondiendo él, les dijo:
¿Veis todo esto? De cierto
os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. (Mateo
24: 1, 2).
Pues os digo que uno mayor
que el templo está aquí. (Mateo 12: 6).
Más tarde, Jesucristo
hablando con los judíos pronunció estas palabras tan significativas:
Destruid este templo, y en
tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue
edificado este templo, ¿Y tú en tres días lo levantarás?. Mas Él hablaba del
templo de su cuerpo. (Juan 2: 19 – 21).
El Altísimo no habita en
templos hechos de mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, y la
tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor, ¿O cuál
es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? (Hechos 7: 48 –
50).
El Dios que hizo el mundo y
todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita
en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como
si necesitase de algo, pues Él es quien da a todos vida y aliento y todas las
cosas. (Hechos 17: 24 – 25).
El escritor a los Hebreos
deja claro que la casa de Dios en este tiempo de la gracia somos nosotros :
Por tanto, hermanos santos,
participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote
de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó, como
también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. Porque de tanto mayor gloria que
Moisés, es estimado digno este, cuanto tiene mayor honra que la casa, el que la
hizo. Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hizo todas las cosas es
Dios. Y Moisés a la verdad, fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para
testimonio de lo que se iba a decir, pero Cristo como hijo sobre su casa, la
cual casa somos nosotros (sus hijos e hijas), si retenemos firme hasta el fin
la confianza y el gloriarnos en la esperanza. (Hebreos 3: 1 – 6)
“¿No sabéis que sois templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el
templo de Dios, Dios le destruirá a él porque el templo de Dios, el cual sois
vosotros, Santo es.” (1ª Cor 3:
16 – 17)
¿O ignoráis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis
de Dios, y que no sois vuestros? (1ª
Corintios 6: 19).
Porque vosotros sois el templo
del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su
Dios, y ellos serán mi pueblo, por lo cual, salid de en medio de ellos y
apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré y seré para
vosotros por Padre y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso. (2ª Corintios 6: 16 – 18).
Vosotros también, como
piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio Santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. (1ª
Pedro 2: 5).
Edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado va creciendo para
ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente
edificados para morada de Dios en el Espíritu (Efesios 2: 20 – 22).
Jesús hablando con la mujer
de Samaria dijo:
Creedme, que la hora viene
cuando ni en este monte ni en Jerusalén adorareis al Padre. Mas la hora viene,
y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. (Juan 4: 21 y 23).
Jesucristo, nuestro Maestro,
nunca mandó hacer templos. El dejó bien
claro que es mayor que el templo, y que los verdaderos adoradores, ya no
adorarían al Padre en Jerusalén, sino en Espíritu y Verdad (Mateo 12: 6; Juan
4: 21 y 23)
El único templo que Dios
mandó construir fue el Templo de Jerusalén, y éste tendría un tiempo de
caducidad, formaba parte del Primer Pacto, donde había ordenanzas de culto y un
santuario terrenal. Pero ya presente Cristo, mediador de un Nuevo y mejor Pacto
(Hebreos 7: 22), caducó el primero, librándonos de todos esos ritos, ceremonias
y esclavitud de dichos cultos (Hebreos capítulos 8, 9 y 10).
Ningún siervo de Dios, ya
sea Pablo, Pedro, Santiago, Juan o Judas Tadeo, etc… hicieron o mandaron hacer
algún tipo de templo. Ellos entendieron perfectamente la enseñanza de Cristo.
Sus reuniones las hacían principalmente por las casas, pero nunca en templos
hechos por manos de hombres, ni celebrando cultos ceremoniales.
El que es de Dios, las
palabras de Dios oye (Juan 8: 47).
La religión pura e
intachable ante Dios Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en
su tribulación y conservarse incontaminado del mundo. (Santiago 1: 27)
Jesucristo nunca dijo que la
Iglesia verdadera fuera la Católica Apostólica Romana, ni la Iglesia
Evangélica, ni la Iglesia Anglicana, ni la Iglesia de los Santos de los Últimos
días (Mormones), ni la de los Testigos de Jehová, etc, etc… Las religiones,
sectas o denominaciones, lo que hacen es confundir, dividir, destruir… y
además, cobran por sus servicios religiosos, ya sea a través de celebraciones,
o imponiendo el diezmo, o por venta de libros, etc…
Jesucristo vino a unir y a
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verdaderamente libre.
Y conoceréis la Verdad, y la
Verdad os hará libres. (Juan 8: 32).
Con respeto hago este comentario por qué cada persona es libre de decir lo que piensa pero cuando des alguna opinión de las sagradas escrituras debes tomar en cuenta su contexto porque estás enseñando una nueva doctrina, una pregunta,por qué los apóstoles siguieron asistiendo al templo a orar?? Si dices que Jesús no mandó hacer templos acaso los apóstoles no entendieron lo que Jesús realmente quiso decirles
ResponderEliminarHola anónimo. No entendemos muy bien por qué dices esto. En el escrito se ve claramente el contexto del por qué no se deben construir templos. Naturalmente que los apóstoles entendieron lo que Jesús dijo, puesto que en todo su ministerio ninguno de ellos vino a la ocurrencia de construir o mandar construir uno. En cuanto al por qué iban al templo de Jerusalén a orar, haz el favor de leerte bien el escrito que encontrarás en este blog titulado HECHOS DE LOS APÓSTOLES y lo entenderás perfectamente. Saludos en Cristo.
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